Miami— La mexicana Sandra Avila Belrán, llamada "La Reina del Pacífico", espera "tranquila y en paz" su sentencia esta semana en un tribunal federal de Miami, según su abogado Stephen Ralls.
Casi un año después de su extradición a Estados Unidos, Avila Beltrán, será sentenciada el jueves próximo por el juez Kevin Michael Moore, por brindar asistencia a un narcotraficante convicto.
Avila Beltrán de 52 años de edad enfrenta una condena de hasta 15 años, pero se espera una sentencia menor, incluidos los seis años que pasó en reclusión en México antes de su extradición en agosto pasado.
La mujer se declaró culpable en abril pasado de brindar "asesoría" a su ex novio, el colombiano Juan Diego Espinoza Ramírez "El Tigre", considerado uno de los enlaces más importantes del cártel de Sinaloa (México) con el del Norte del Valle (Colombia).
"Tenemos plena confianza de que el juez dictará una sentencia justa, la cual permita a Sandra regresar con su familia de inmediato", señaló su abogado Stephen Ralls en un correo electrónico enviado a Notimex.
"Ella está en paz y confiada de la justicia de este país y espera tranquila para poder poner fin a una etapa y continuar con su vida al lado de sus seres queridos", agregó el mensaje.
En abril pasado la ficalía estadunidense presentó una declaración de hechos en la cual Avila Beltrán aceptaba su culpabilidad de un delito menor del que se le imputaba y con ello evitó la posibilidad de ir a un juicio en el que, de haber sido hallada culpable, hubiera enfrentado cadena perpetua.
Dicho documento describe su papel de apoyo a su ex novio Espinosa Ramírez en su negocio de tráfico de cocaína.
"Entre 2002 y 2004 Avila Beltrán ofreció asistencia financiera para los gastos de viaje, alojamiento y otros a (Espinosa) con la intención de dificultar su detención por delitos de tráfico de drogas", indica ese documento.
Extraditado desde México en 2009 luego de dos años en prisión, Espinosa se declaró culpable en Miami de conspiración para distribuir cocaína y concluirá su condena en septiembre de este año tras una sentencia original de 22 anos, reducida por su cooperación en el caso de Avila.
Los abogados de Avila Beltrán intentaron sin éxito que los cargos originales le fueran retirados, al acusar al fiscal de Estados Unidos de incurrir "en falsedades" para lograr su extradición desde México.
Argumentaron que la fiscalía presionó a Espinosa para que firmara una declaración implicándo a Avila Beltrán en una operación de un cargamento de cocaína en Chicago en el 2001 de la que tenían una grabación en la que presuntamente participaban Espinoza, Avila y otro cómplice, Juan Carlos Correa.
Espinosa inculpaba en esa declaración a Avila Beltrán de haber participado en un cargamento de 100 kilogramos de cocaína a Chicago, y que luego de la entrega ella era la responsable de cobrar a López Correa, arrestado en Miami en 2001 y quien luego cooperó con las autoridades en el caso.
Espinosa y Avila Beltrán también fueron implicados en un cargamento de nueve toneladas de cocaína de Colombia a México y que tenía como destino Estados Unidos, según el documento. Ese cargamento fue decomisado en diciembre del 2001 en Manzanillo, Colima.
Avila Beltrán es sobrina de Miguel Ángel Félix Gallardo, conocido como "El Padrino" y fundador del extinto cártel de Guadalajara en la década de 1980. Sus padres son María Luisa Beltrán Félix y Alfonso Avila Quintero, familiar del también exlíder del cártel de Guadalajara, Rafael Caro Quintero.
Las autoridades le atribuyen su ascenso en el mundo de las drogas gracias a su físico, pero sobre todo a su habilidad para negociar y a sus movimientos tranquilos, que son similares a los de una reina de belleza, contrarios en lo que la imaginación diría de una mujer que hace negocios de narcotráfico.