Sujetos armados y a bordo de camionetas atacaron al líder local de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco), Pioquinto Damián Huato, cuando circulaba sobre el carril sur-norte de la autopista del Sol, a la altura del Parador del Marqués.
Pese al atentado, Pioquinto resultó ileso, pero su nuera, Laura Rosas Brito, de 38 años, perdió la vida, en tanto que el hijo del empresario, Walter Damián Bautista, de 36 años, fue herido.
La agresión se produjo cuando el empresario regresaba de una asamblea con pobladores de El Ocotito, donde volvió a llamar “narcoalcalde” al presidente municipal de Chilpancingo, Mario Moreno Arcos, y lo calificó como un “bribón que entregó el municipio a la delincuencia”.
Luego del ataque, integrantes de la llamada la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG) anunciaron que incursionarían con sus armas en la capital estatal.
De acuerdo con testigos, hoy por la noche al menos tres camionetas interceptaron el vehículo Honda placas HAB3839 de Guerrero, donde viajaba el líder de los comerciantes establecidos.
Enseguida, dos hombres armados con fusiles tipo R-15 descendieron de una Honda CRV plateada y abrieron fuego contra la unidad de Pioquinto Damián, conducida por su hijo Walter. Del lado del copiloto iba su nuera, quien recibió la ráfaga directa. El empresario viajaba en la parte trasera y resultó ileso.
Previo a la emboscada, Damián Huato estuvo en una asamblea popular en la que, frente a autoridades municipales y al alcalde priista Mario Moreno, los pobladores exigieron respeto a la guardia comunitaria y la salida del Ejército de esta zona.
Los habitantes argumentaron que las autoridades siempre fueron omisas a las denuncias de secuestros, extorsiones y asesinatos que tenían asfixiada a la sociedad.
Antes, habitantes de El Ocotito marcharon sobre la carretera federal México Acapulco para exigir el restablecimiento de la seguridad en la zona.
Los inconformes también respaldaron al grupo de autodefensa de la UPOEG y exigieron el retiro de tropas militares que desde ayer sitiaron El Ocotito, luego de que los ciudadanos decidieron enfrentar directamente a los grupos del crimen organizado.
De manera paralela, guardias comunitarios de la UPOEG ingresaron a tres poblados más de Chilpancingo y convocaron a los habitantes a sumarse al movimiento por la seguridad que impulsa este grupo de autodefensa avalado y subsidiado por el gobernador Angel Aguirre Rivero.
Los pueblos donde irrumpieron los comunitarios son Acahuizotla, Palo Blanco y Mazatlán, este último ubicado a 10 minutos de la capital guerrerense sobre la carretera federal México-Acapulco.
El contingente, encabezado por dirigentes de la UPOEG y autoridades comunitarias, partió cerca de las 10:30 horas –a bordo de automóviles particulares– del poblado de El Ocotito rumbo a la comunidad de Mazatlán.
Dirigentes de la UPOEG señalaron que habitantes de este lugar solicitaron el apoyo de la autodefensa para confrontar a la delincuencia.
Ello debido a que la célula criminal al servicio de la pandilla de Los Rojos, que fueron expulsados desde el jueves pasado del valle de El Ocotito, se encuentra refugiada en el poblado de Mazatlán, indicaron dirigentes de la UPOEG.
En tanto, cientos de soldados instalaron dos retenes sobre la carretera federal para impedir que los inconformes portaran armas durante la marcha.
Un retén se ubicó en las inmediaciones del poblado de Palo Blanco y el segundo en Mazatlán.
Desde ayer, el tramo que conecta la capital de la entidad con el valle de El Ocotito fue copado por cientos de militares, policías federales y estatales que prácticamente mantienen sitiada esta franja de la región central de Guerrero.