El gobierno de Mario Anguiano Moreno no deja organizarse a la sociedad colimense. En todo caso, los únicos que tienen capacidad para promover unas guardias de autodefensa son los mismos empresarios productivos que amasan un capital que está en riesgo de ser filtrado por la delincuencia organizada y que en consecuencia empiecen a hostigarlos, amenazarlos o extorsionarlos.Así lo expone el representante de Bios Iguana, Gabriel Martínez Campos, quien ha estado en contacto directo con habitantes de diferentes comunidades rurales y poblaciones de municipios del estado, y de quienes ha recogido su sentir de temor por cómo se han dado las cosas, pero considera que no hay capacidad ni interés de la sociedad por gestar grupos de autodefensa.
Es decir, explica: "Los únicos que tienen capacidad en cuanto a movilización, coordinación e inclusive meter armas, es el sector empresarial. Tienen sus cámaras, sus propios comités. Pero la población civil en general está en condiciones muy difíciles para poderse empoderar en materia de autodefensa".
"Sí creo que hay mucha preocupación por parte del sector empresarial –continúa--, a pesar de que no se permita que en los medios de comunicación se diga esto, sabemos que se ha reunido con el gobierno para que sea atendido, se desarticulen las bandas, se introduzcan operativos nuevos de detección oportuna".
En ese sentido, abunda Gabriel Martínez, en el estado de Colima la sociedad civil no tiene la capacidad ni el interés de provocar este tipo de autodefensas, sin embargo este tipo de sectores empresariales sí estarían en condiciones de defenderse en caso de que el gobierno del estado no muestre la voluntad o la eficiencia para reaccionar de manera consolidada frente a este tipo de fenómenos.
CONDICIONES DIFERENTES
El activista recordó la declaración del secretario de Gobierno, Rogelio Rueda, en el sentido de que posiblemente había gente armada en los poblados de Canoas y una zona de Comala, pero indica que esto es totalmente absurdo "porque ahí todo mundo se conoce y fácilmente son identificadas las personas ajenas. Cosa diferente pasa en las ciudades".
Cuestionado sobre si hay gente armada en la entidad, asegura que Colima no tiene una cultura de armas, "sí hay pero de cacería, lamentablemente todavía (hay) para actividades de cacerías de animales, fuera de eso no hay una evidencia de uso de armas como se ha dado en otros estados y ciudades. No es el caso, porque tampoco hay los indicadores".
Tras hacer un análisis de la situación, Gabriel Martínez Campos reflexiona que las condiciones en Colima son muy diferentes a las de Michoacán, pero reconoce que particularmente el municipio de Tecomán -que colinda con Michoacán-, ha venido sufriendo hostigamientos, secuestros, cobro de cuotas por parte del crimen organizado, además también ha habido muchas ejecuciones, "lo mismo que las condiciones de desarrollo económico por pequeños empresarios son los que han sido principalmente hostigados".
DESORGANIZACIÓN SOCIAL
La distancia de cada poblado y la situación geográfica también son factores que hay que valorar para el surgimiento de grupos de autodefensa, dice, "las condiciones de la sociedad colimense, en el terreno de una autoorganización, son también diferentes a las de Michoacán. Aquí vivimos lamentablemente una experiencia de desorganización social provocada por los partidos políticos y por la misma desarticulación del gobierno para que la misma gente no se pueda organizar, y cuando se organiza trata de inmediatamente de controlarla, tiene sus propias corporaciones políticas que las arrastra y las neutraliza. Es un factor terrible".
--¿La gente confía en las autoridades? --Se le cuestionó.
--Yo creo que el nivel de credibilidad, a pesar de los errores que puedan tener, de la falta de profesionalismo y violaciones a los derechos humanos; creo que el estado de seguridad en el estado de Colima goza de credibilidad por parte de los ciudadanos.
Finalmente el defensor de los derechos humanos y ambientales subraya que en la entidad no son necesarios los grupos de autodefensa, "están de sobra, porque entonces estaríamos ante otro escenario, qué busca y por qué se organizan este tipo de expresiones armadas, ya no tiene cabida. No sólo en el aspecto de como se argumenta oficialmente, en el cabal cumplimiento del Estado de Derecho, eso no porque ya sucedió en Jalisco hace 15 años, en Michoacán ahora… eso no, sino que tiene que ver con la legitimidad que los ciudadanos, en un momento de crisis, tengan frente a la amenaza de inseguridad y respondan inmediatamente, y ese escenario aún no lo tenemos en el estado".