A Claudia Casas, una mujer alta, de cabello largo y negro, le indigna que a su trabajo le llamen “cine narco” o que la cataloguen como “narcoactriz”. Y es que durante su carrera ha protagonizado más de 42 películas de las llamadas videohomes.
El Corrido de Chuy y Mauricio, Chrysler 300 y La Traición de un Hijo han sido algunas de sus películas más taquilleras, en las que se le ve manejando desde armas cortas hasta cuernos de chivo. El pasado martes se anunció su designación como diputada por Baja California.
Con más de 6 mil 538 votos, la actriz y ex conductora de televisión se convirtió en legisladora local por el partido Movimiento Ciudadano, un triunfo que considera “bien merecido” porque, dice, es una profesionista egresada de la licenciatura en Ciencias de la Comunicación.
Claudia ha causado polémica por su diputación, pues algunos la catalogan como “narcoactriz”. Incluso candidatos de su mismo partido consideraron que se le benefició para ser legisladora por representación proporcional.
En entrevista con El Universal, aclaró que “no hice cine narco, sino películas mexicanas, y la gente le quiso poner el eslogan de ‘narcopelículas’. Son guiones escritos y es mi trabajo; además, en mi vida he cruzado palabra con un narcotraficante.
“A mí llegan y me dicen: ‘mira, este es el papel’. Si yo he llegado tan lejos en mi vida es porque hago bien mi trabajo. Movimiento Ciudadano me tomó en cuenta”, argumentó.
Está casada con Óscar López, uno de los productores de videohomes más reconocidos en México, películas que van directo del rodaje a su distribución en DVD.
La trama central de estos filmes son enfrentamientos entre narcotraficantes y agentes federales, así como corridos sobre capos.
Casas considera que hay personas que siguen siendo “misóginas”. Admite que ella no es la típica legisladora: apenas tiene 29 años de edad y en los próximas días recibirá el acta que la acredita como nueva diputada por Baja California.
“El actor Bruce Willis a cuántos no mata en una película, a 800 él solo, y no pasa nada porque es una película de ficción y es un trabajo”
En cuanto tome protesta impulsará el cine en Baja California. Recuerda que antes, miles de personas trabajaban en las películas, y actualmente han cerrado más de 15 productoras locales. “Es como una película de Hollywood: hay gente que ruega por trabajo, y eso se volverá a abrir para la gente”, afirmó