A sólo 11 días del arresto de Joaquín El Chapo Guzmán Loera, líder del Cártel de Sinaloa, el gobierno de Estados Unidos señaló que en México la “corrupción” sigue siendo un impedimento para avanzar en la lucha contra el narcotráfico.
“Aunque están mejorando los estándares anticorrupción, en México la corrupción continúa siendo un impedimento en los esfuerzos antinarcóticos”, sentencia el Departamento de Estado en su informe anual sobre la Estrategia Internacional para el Control de Narcóticos (INCRS, por sus siglas en inglés) 2014.
En las cinco páginas del reporte que dedica a México, el gobierno de Barack Obama, en el inciso referente a la corrupción, destaca que el gobierno de Enrique Pena Nieto ni encausa ni facilita la producción ni la distribución de narcóticos.
“El gobierno mexicano ha tomado pasos significativos para reducir la corrupción en las agencias de la aplicación de la ley”, subraya el informe del Departamento de Estado.
En la evaluación anual que hace el gobierno de Obama sobre el primer año del sexenio de Peña Nieto, el INCRS enfatiza también que México continúa siendo uno de los principales países de tránsito y producción de narcóticos destinados a los Estados Unidos, y un centro para el lavado de dinero.
“El trasiego de drogas y la violencia relacionada a esto, en México continúa postrándose como problemas significativos”, acotó el Departamento de Estado.
Del tema de la inseguridad y narcoviolencia, el INCRS apunta que de 2012 a 2013 se reportó que en México bajó aproximadamente un 9% el número de homicidios, pero que los secuestros y la extorsión aumentaron 20.5 y 10.6%, respectivamente.
El gobierno de Obama indica que, bajo la Iniciativa Mérida, Estados Unidos ha apoyado al gobierno mexicano en la lucha contra el tráfico de drogas y el crimen organizado, para lo cual le ha desembolsado unos mil 180 millones de dólares aproximadamente en equipo militar, adiestramiento bélico y civil, equipo tecnológico y para desarrollar sistemas de combate al narcotráfico.
No obstante, el gobierno de Obama se quejó de que durante el primer año del gobierno de Peña Nieto la cooperación bilateral declinó en uno de los aspectos más importantes para Estados Unidos: las extradiciones.
“México en 2013 extraditó a 54 personas a los Estados Unidos, esto representa un declive del 53% respecto a los 115 individuos que fueron extraditados en 2012”, apunta el INCRS.
Pese a ello, el Departamento de Estado sostiene que la relación con México en la lucha contra el narcotráfico sigue siendo sólida, y por ello vaticina que continuará.
“Bajo la estrategia de seguridad del gobierno de Peña Nieto, los esfuerzos bilaterales a futuro enfatizarán el fortalecimiento de las instituciones mexicanas”, concluye el reporte.