En un estudio sobre el Producto Interno Bruto (PIB) de cinco municipios del sur sinaloense –Mazatlán, Escuinapa, Rosario, San Ignacio y Concordia–, un equipo de investigadores de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) detectó que 8% –22 mil 880 millones de pesos– de la riqueza estatal generada en 2012 –286 mil millones de pesos– tiene una procedencia “inexplicable” y atribuye su origen al narcotráfico.
Es la primera vez que especialistas revisan analíticamente el comportamiento de la economía en un estado como Sinaloa, lugar de nacimiento de una decena de capos del narcotráfico convertidos ahora en personajes míticos para los sinaloenses, capaces de salir masivamente a las calles para exigir la liberación o la no extradición de uno de ellos: Joaquín El Chapo Guzmán.
En la entidad los cultivos de amapola y mariguana son tan importantes que en algunas regiones se vuelven el sostén económico fundamental.
En una entrevista publicada en julio de 2001, el exgobernador Juan S. Millán reconoció que se quedaban cortos quienes decían que 62% de la economía sinaloense estaba permeada por la actividad de las drogas, dice Nery Córdova, también investigador de la UAS.
Asegura que en Sinaloa el narcotráfico tocó directamente a la cultura además del turismo, la banca, la pesca, la agricultura, la ganadería, la agroindustria, la construcción y el comercio mediante el lavado de dinero. También se ha metido en los espectáculos, la música popular, el deporte y la educación.