Dos meses antes de su muerte, el líder templario ya no viajaba en caravanas, sino en vehículos modestos para no llamar la atención.
De acuerdo con las primeras investigaciones de la Procuraduría General de la República tras la muerte de Nazario “El Chayo” Moreno González, el capo michoacano festejaba su cumpleaños número 44 cuando fue sorprendido por comandos de la Secretaría de Marina y soldados de élite de la Secretaría de la Defensa Nacional.
Según una fuente de los grupos de autodefensa, Moreno González pretendió pasar inadvertido en un poblado donde hay pocos habitantes, pero sus pasos ya eran seguidos de cerca por el gobierno federal.
Desde hace al menos dos meses, “El Más Loco” ya no transitaba en la sierra michoacana de Tumbiscatío, Arteaga y Apatzingán, en caravanas de vehículos tipo todo terreno, sino en vehículos modestos para no llamar la atención; tampoco utilizaba un equipo de seguridad numeroso desde la intensificación de operativos efectuados por fuerzas federales en todo el territorio michoacano.
Debido a la escasa escolta, “El Chayo” fue abatido sin mucha dificultad, alrededor de las 02:00 horas de ayer domingo; su cuerpo fue trasladado a Apatzingán cerca de las 10:00 de la mañana y resguardado en el Hospital Militar de la 43 Zona; en ese momento circularon las primeras versiones de su muerte, pero todo quedó a nivel de versión sin confirmar.
Hacia el mediodía, el gobierno federal hizo circular entre líderes de los grupos de autodefensa una fotografía del presunto criminal muerto y empezaron las primeras confirmaciones al reconocer físicamente a Nazario Moreno, particularmente por una cicatriz en el mentón, marca notoria a pesar de la barba tupida que lucía el también llamado “Doctor”.
También los civiles armados hicieron circular las fotografías del narcotraficante muerto y esas imágenes también llegaron a reporteros ya pasadas las 14:00 horas; primero las difundieron en medios locales y más tarde en los portales de periódicos nacionales.
En el Hospital Militar fue practicada la necropsia al cadáver de quien nació en Guanajuatillo, municipio de Apatzingán, en 1970; también peritos de la Procuraduría General de la República le practicaron todos las pruebas dactiloscópicas para determinar oficialmente que Moreno González murió en el enfrentamiento con las fuerzas federales.
Fue hasta las 18:30 horas cuando personal de la Subprocuraduría Regional de Justicia acudió a las instalaciones castrenses paras trasladar el cuerpo de quien también se le conocía como “El Pastor”.
En el Servicio Médico Forense, marinos, soldados y policías federales resguardaban los restos de Nazario Moreno hasta que su familia los reclame legalmente.
Durante la estrategia de seguridad implementada por el gobierno de Felipe Calderón, se reportó que en el mes de diciembre de 2010 “El Chayo” Moreno murió en un enfrentamiento con la Policía Federal, pero nunca recuperaron el cadáver; este hecho suscitó una serie de movilizaciones por parte de la delincuencia organizada en por lo menos 12 municipios de la entidad, incluyendo Apatzingán y Morelia, bloqueos con vehículos incendiados en los principales accesos a esas ciudades, además de enfrentamientos con las fuerzas de seguridad, ante la noticia de la muerte del líder delictivo.
Esa jornada violenta dio como resultado 11 muertos, entre policías, sicarios y civiles, además de poco más de 28 automotores quemados en los municipios michoacanos.