El paso de Joaquín “El Chapo” Guzmán por Puebla se diluye cada vez más en el lejano 2001. En un Club de Tareas para menores de edad con una vistosa fachada de color rosa mexicano, se convirtió la casa de la calle 29 Sur marcada con el número 3907 de la colonia Las Ánimas, que el capo del narcotráfico más buscado en el mundo habitó entre julio y noviembre de hace 13 años.
Se reveló la dirección exacta de la casa que sirvió como resguardo de Joaquín Guzmán en Puebla. El rotativo nacional exhibe al estado como “el santuario de los líderes del narco en México”, pues los jefes de los cárteles de Sinaloa, de Tijuana o los Beltrán Leyva, así como mandos de Los Zetas, han vivido largas temporadas en tierras poblanas.
De acuerdo con un recuento oficial, desde el 2000 a la fecha 15 líderes y operadores criminales fueron ubicados en Puebla y 12 fueron capturados en la entidad. Uno de los eventos que exhibió la presencia de capos del narco en Puebla fue la presencia de Joaquín “El Chapo” Guzmán, jefe del cártel de Sinaloa, quien tras fugarse del penal de Puente Grande, Jalisco, rentó una casa en la capital poblana en la que estuvo con su familia.
Según narra el medio de comunicación, el 3 de noviembre de 2001 la PGR cateó el inmueble de calle 29 Sur, del fraccionamiento Las Ánimas, en donde Guzmán había estado el día anterior con su esposa Griselda López Pérez. Hace tres semanas, se reveló que en la privada de la 31 Oriente, en El Mirador, se ubicó la otra residencia que tuvo en ese año.
“A la gente que le importa que haga con mi propiedad”
Una señora de la tercera edad, quien aseguró residir desde hace 25 años en el lugar, es la encargada de orientar a los menores para hacer sus tareas y ayudar a jóvenes con sus exámenes en el inmueble que habitó Guzmán Loera con su esposa Griselda López Pérez, tras su fuga del penal de Puente Grande, Jalisco.
Al ser interrogada sobre el tema, a la mujer le resulta incómodo el nombre de Joaquín Guzmán y enseguida se pone a la defensiva. Según cuenta en su casa nunca vivió un narcotraficante y si fuera así “a la gente qué le importa qué haga con mi propiedad”, tras esa frase la señora recupera la calma, y reitera que ella siempre ha vivido en la casa de la colonia Amanecer Las Ánimas.
A lado de la entrada principal de la colorida casa se encuentra una inmobiliaria. Este negocio fue el encargado de rentar la casa tras la desaparición de “El Chapo” de suelo poblano, su dueña, quien pidió la gracia del anonimato, cuenta que, efectivamente, la casa siempre ha sido habitada por sus actuales residentes “una señora grande con su hija”, sin embargo por algún tiempo salieron del estado y le pidieron rentar el lugar.
La comerciante cuenta que “jamás notó la presencia de Guzmán Loera” ni recuerda algún tipo de operativo de las fuerzas federales o la Marina, pero si precisa que la casa que habitó el ahora residente del penal del Altiplano nunca pudo ser rentada y la señora de la tercera edad y su hija tuvieron que regresar al inmueble.
Justo frente al portón blanco que no permite la visión a la cochera de la residencia se ubica una plaza comercial. Los comerciantes, nuevos en su mayoría, no pueden dar testigos sobre la presencia del ex líder del cártel de Sinaloa ni de operativos especiales para su captura.
La vivienda sin lujos
La casa de Las Ánimas, como la mayoría en la que residió “El Chapo” en todo el país, está alejada de los lujos, es una casa común de la clase media alta, no tiene grandes protecciones de seguridad. Se distingue por un cercado en la parte posterior y bardas altas para eludir a los chismosos.
Cuenta con una doble salida, una con una puerta de madera que da la calle de la 29 Sur y otra para automóviles que sale a la esquina de la privada de la 35 Poniente y 29 Sur, justo a una calle del circuito Juan Pablo II.
Si Joaquín Guzmán aún viviera en Las Ánimas tendría como vecino a La Estrella de Puebla, la cual se puede ver desde la casa que lo resguardó por más de siete meses en el estado poblano.
Al igual que sus vecinos de la privada 31 Oriente en la colonia El Mirador, la presencia de “El Chapo” Guzmán en Puebla pasó desapercibida, el narcotraficante más importante de México fue un fantasma en Puebla, nadie lo vio o no lo quiso ver.