El gobierno del presidente Barack Obama advirtió que pese a la captura de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, el Cártel de Sinaloa sigue vivo, descartó que se esté dando una lucha interna por el poder y detalló que al frente de esa organización delictiva permanecen Ismael ‘El Mayo’ Zambada y Juan José Esparragoza Moreno ‘El Azul’.
El Cártel de Sinaloa “sigue vivo”, afirmó John Feeley, el principal Subsecretario de Estado Adjunto en el Buró de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado.
En una audiencia del Comité de Seguridad Interior de la Cámara de Representantes del Congreso federal estadunidense, Feeley reiteró que en la captura de “El Chapo” participaron varias agencias estadunidenses, entre ellas la DEA. Y anotó que el tema de la extradición del capo mexicano forma parte de las negociaciones con el gobierno de Enrique Peña Nieto.
“La decisión de solicitar o no la extradición (de “El Chapo”), es objeto de las negociaciones con el gobierno de México. La extradición es una herramienta implacable, que en este momento es un tema que está bajo discusión”, matizó Feeley, quien durante el sexenio de Felipe Calderón fuera integrante de los funcionarios de más alto nivel en la Embajada de Estados Unidos en México.
Desde el inicio de la audiencia en el Capitolio, tanto los legisladores, como Michael McCaul, republicano de Texas, y presidente del Comité, como los tres funcionarios del gobierno de Obama que se presentaron a testificar, destacaron la participación de las agencias estadunidenses en el operativo del pasado 22 de febrero que derivó en el arresto de Guzmán Loera, uno de los principales cabecillas del Cártel de Sinaloa.
“Aplaudo a la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE), junto con la DEA, US Marshalls, el Departamento de Estado y a las autoridades mexicanas, por la captura de ‘El Chapo’”, declaró McCaul, consciente de que el gobierno de Peña Nieto continua minimizando y negando el papel de Estados Unidos en el arresto del narcotraficante sinaloense.
En respuesta a una pregunta de la legisladora demócrata por el estado de Texas, Sheila Jackson Lee, sobre si el gobierno de Obama pensaba que con la captura de “El Chapo” el Cártel de Sinaloa estaba finiquitado, Feeley no sólo reconoció que no, si no que explicó que la federación sinaloense sigue siendo el grupo del crimen organizado más efectivo de México.
Feeley informó a los legisladores que de acuerdo con los análisis más recientes que han proporcionado al Departamento de Estado, el FBI y la DEA tras la captura de “El Chapo”, este hecho no tendrá un efecto tan considerable como piensan algunos.
“No habrá una lucha interna por el poder dentro del cártel”, acotó Feeley, agregando que en la estructura de mando de la federación sinaloense están integrados varios hijos de Guzmán Loera. “Aplican tácticas de la mafia tradicional, es el cártel más disciplinado de entre las organizaciones criminales”, subrayó el funcionario del Departamento de Estado.
Aduanalmente, James Dinkins, director ejecutivo asociado de investigaciones de Seguridad Nacional en ICE, indicó en la audiencia que en el Cártel de Sinaloa los otros jefes de la organización mantienen la estabilidad y el control del grupo.
“Ismael ‘El Mayo’ Zambada y Juan José Esparragoza Moreno ‘El Azul’, están al frente. La federación es la más desarrollada y efectiva –de México-, utiliza a la violencia para intimidar, pero sólo cuando es necesaria”, destacó Dinkins.
Aun cuando en la sesión legislativa se felicitó al gobierno de Peña Nieto, y en especial a la Marina y Armada mexicana por la captura de Guzmán Loera, se estableció que este golpe al Cártel de Sinaloa fue el resultado de una “efectiva y bien coordinada cooperación” con las agencias federales estadunidenses.
La detención de “El Chapo” “es un emblema del éxito en la lucha contra el crimen organizado. La fuerte cooperación México-Estados Unidos conllevó a su arresto”, declaró Alan Bersin, subsecretario Adjunto de Asuntos Internacionales y Diplomáticos del Departamento de Seguridad Interior.
Durante la audiencia del Comité de la Cámara Baja llevada a cabo para abordar el tema del “Desmantelamiento de los Carteles en México”, varios los legisladores criticaron al gobierno de Obama por no solicitar formalmente la extradición de Guzmán Loera desde el día de su captura, ante la posibilidad de que se escape nuevamente de la cárcel, como ocurrió en 2001.
En respuesta a estas inquietudes de miembros del Comité, Feeley explicó que, como ordena la constitución política mexicana, el capo deberá ser primero procesado y juzgado ante el sistema judicial mexicano por los delitos que se le imputan.
“Es un asunto de confianza a nuestros aliados”, matizo Feeley, descartando con esto una segunda fuga de “El Chapo”.