
Aparentemente sin pruebas, el delegado Castillo acusa a cabezas del movimiento, por delitos sin fundamento, como el presunto asesinato orquestado por Hipolito Mora, ahora imputan les asesinato del Panista, (quien denunciaba a los templarios, no a las autodefensas).
Se vislumbra un previo acuerdo entre el Gobierno federal con ex templarios y con el Americano, lider de un posible nuevo cartel llamado H3, para exterminar a los autodefensas y Templarios (El Chayo fue entregado por sus complices); comandantes como el Dr. Manuel Mireles temen por su vida en vista de la alianza de sus otrora compañeros, como Papá Pitufo vs el Americano vs Alfredo Castillo.
Todo lo anterior se configura tras una serie de asesinatos de ciudadanos evidentemente desvinculados del conflicto, lo que ha generado consternación, molestia e incluso terrorismo entre la población michoacana; escenario que comienza a perfilarse en un cierre con la muerte del Kike Plancarte (en los siguientes días se verá la captura o muerte de La Tuta), en un Drama que bajara telón, presentando a Alfredo Castillo y a Enrique Peña Nieto como estrategas pacificadores.