El estricto control de drogas que funcionan como analgésicos para la rehabilitación de heroinómanos, ha provocado que el acceso al uso de opiáceos sintéticos como la hidrocona, el Oxycontin y la metadona se vuelva más difícil y costoso en EE.UU. Esta situación ha generado que “la empresa” de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán Loera, el Cártel de Sinaloa, se convierta en la máxima proveedora de heroína en uno de los territorios más vigilados del mundo.
De acuerdo con una investigación de The Washigton Post el Cártel de Sinaloa sigue siendo el mayor proveedor de heroína a EE.UU., con el control de hasta la mitad del mercado norteamericano, y a pesar de la detención de ‘El Chapo’, su organización sigue siendo la potencia criminal dominante a lo largo de la frontera occidental y la costa oeste de México.
La heroína mexicana está inundando el país vecino, ya no sólo en lugares donde frecuentemente se comercializaba la droga como lo son Nueva York y Chicago sino ha encontrado nuevos mercados como en Winchester, Virginia, Brattleboro y Vermont, donde, hasta hace poco, el uso de agujas para drogas era raro o desconocido. También están siendo afectadas las zonas rurales de Nueva Inglaterra, los Apalaches y el Medio Oeste con ciudades como Portland, Maine, St. Louis y Oklahoma City luchando para hacer frente a una nueva generación de adictos.
Funcionarios de la Administración para el Control de Drogas (DEA) explicaron que la propagación de la heroína es el resultado de una nueva estrategia de marketing astuta, desarrollada por los traficantes mexicanos, donde han focalizado las zonas con los peores abusos de píldoras prescritas, enviando a vendedores de heroína justo afuera de las clínica de rehabilitación.
Datos federales señalan que el uso de la droga en EE.UU. aumentó 79 por ciento entre 2007 y 2012, provocando una ola de muertes por sobredosis y una “crisis de salud pública urgente y creciente”, advirtió el fiscal general Eric H. Holder Jr.
El año pasado junto a la frontera con México, las autoridades estadounidenses incautaron 2 mil 162 kilos de heroína, una cifra récord, por encima de 367 kilos en que se capturó el 2007.
Todo lo anterior es posible por la fácil transportación de la heroína y sus bajos precios.
La satisfacción que provoca la heroína mexicana de alto grado y su bajo precio -pues se puede conseguir a tan sólo 4 dólares, en comparación con los 80 dólares que cuestan los analgésicos traficados en las calles-, hacen de la droga mexicana un boom comercial.