Ayer en la madrugada apareció sano y salvo el niño indígena vendedor de dulces que fue vejado por un inspector del ayuntamiento de Centro, en Tabasco.
El menor conocido como “Manuelito”, pero que en realidad se llama Feliciano Díaz, fue localizado el viernes por la noche, después de que convencieran a su tía de nombre María de recibir el apoyo por parte del DIF Tabasco.
Julio Hernández, líder de los ambulantes de la Zona Luz de Villahermosa, explicó que la tía de “Manuelito” se le acercó para pedirle apoyo para su sobrino, a lo que éste, después de varios intentos, la convenció de que recibiera la ayuda por parte del DIF estatal, por lo que personal de esa institución acudió en su búsqueda para posteriormente ser trasladado al Centro de Atención a Menores Víctimas e Incapaces, donde durmió.
Feliciano Díaz acudió a las oficinas del CAMVI con su tía, así como de una traductora de la lengua tzotzil, para dar su versión de la agresión que sufrió a manos del agente de Fiscalización del ayuntamiento de Centro, Juan Diego López Jiménez, quien está prófugo luego de que la PGJ de Tabasco girara orden de presentación en su contra por abuso de autoridad, maltrato infantil y robo.
En la declaración del menor indígena estuvo presente el procurador de Tabasco, Fernando Valenzuela Pernas, quien solamente se limitó a comentar que en el caso de “Manuelito”, se va a “castigar la arbitrariedad y las vejaciones a las que haya sido sometido”.
“Con su aparición se abundará en la investigación del caso”, advirtió Valenzuela.
La PGJE acusa a Carmen Torres y Juan Diego López de los delitos de “abuso de autoridad y robo con violencia moral en contra del menor Manuel Díaz”. En tanto, en la parte del video de la agresión al niño no se logra ver completa la vejación, que fue mucho mayor por parte de Juan Diego López Jiménez, asegura el camarógrafo.
De acuerdo con el testimonio de Carlos Jiménez Góngora, del canal TVX de Tabasco, no pudo grabar la parte donde se da la verdadera agresión, lo más fuerte, cuando el abusivo inspector jaloneó la canasta del niño.
En ese momento iba pasando Jiménez Góngora por el lugar y fue cuando increpa al inspector y le pide que detenga la agresión. Cuando Juan Diego jala la canasta, Manuelito se aferra a ella y el inspector lo llevó arrastrando con todo y dulces, mientras le gritaba que mejor “tirara los dulces, porque lo iba a remitir a la Policía con todo lo que traía”, ante lo cual el niño optó por hacer caso.
“Al ver que la gente le empezó a gritar y que lo estaba grabando, este cuate se sintió intimidado y lo soltó”, dijo el camarógrafo.