Acapulco— Cuatro integrantes de una familia fueron ejecutados esta mañana por sujetos armados en un domicilio ubicado en el andador Las Palomas de la colonia Ampliación Lázaro Cárdenas, informaron las autoridades.
Un joven de 20 años resultó herido durante el ataque, ocurrido aproximadamente a las 9:00 horas. Las víctimas mortales son dos hombres y dos mujeres.
Los fallecidos fueron identificados como Alejandro Peña Mariche, de 33 años; Andrés Salazar Claudio, de 70; Marcelina Chávez Aguilar, de 54 (esposa de Andrés); y Maribel Barrera Chávez, de 34, estas últimas madre e hija. Andrés se desempeñaba como pintor y Alejandro era empleado de una casa de materiales.
Los reportes de la policía señalan que un grupo de sujetos ingresó a la vivienda con armas de alto poder y disparó contra la familia. Posteriormente huyeron sin que las autoridades conozcan su paradero.
Elementos de las corporaciones policiacas llegaron al domicilio para realizar las diligencias.
Los exámenes periciales arrojaron que Maribel, quien laboraba como enfermera en el ISSSTE, tenía seis meses de embarazo.
El joven lesionado, identificado como Juan de Dios Peña Mariche, de 20 años, fue trasladado a un hospital donde su estado de salud fue reportado como delicado tras recibir un balazo en el abdomen y uno arriba de la tetilla.
Ese ataque ocurrió a menos de 24 horas de que un comando armado matara a tres miembros de una organización de transportistas mientras salía de una reunión laboral, también en la periferia de Acapulco.
Los fallecidos el sábado pertenecían a la ruta de transporte colectivo Unidad Ciudadana, un conjunto de camionetas que van de las principales avenidas hasta recónditas localidades, donde, según dicen los pobladores, los taxis no llegan por las extorsiones que ejerce el crimen organizado.
Acapulco y sus alrededores registran hechos cotidianos de violencia pese a los operativos de seguridad desplegados en esa área por parte de la Policía Federal y el ejército mexicano.
Las amenazas de bandas criminales ocasionaron este mes el desplazamiento forzado de cerca de 1.000 personas en otros tres pueblos de Guerrero, uno de los estados más pobres y violentos de México, donde el crimen organizado ha logrado infiltrar instituciones gubernamentales de todos los niveles.
Productor de marihuana y ruta de trasiego de droga hacia otras regiones del país, Guerrero también ha sido recientemente escenario de emboscadas contra policías federales.