Las acusaciones recientes contra el líder y vocero de las autodefensas de Michoacán, José Manuel Mireles Valverde, hacen pensar en una campaña contra su figura proveniente de las altas esferas gubernamentales, y un posible golpe definitivo que acabe con su presencia, en medio del acuerdo de desarme que la administración de Peña Nieto pretende se culmine mañana.
Tal como menciona el académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Carlos Fazio Varela, especialista en terrorismo mediático, en un artículo de 2013, que toma como ejemplo los casos de los maestros disidentes y los estudiantes manifestantes –ambos satanizados en el actual gobierno- “la manufacturación de un enemigo interno tiene que ver con la construcción social del miedo”.
“El Estado decide quién es el enemigo, y al ser ubicado como tal un individuo es colocado fuera de la ley. Al negársele al enemigo la calidad de hombre o mujer, de persona, se transforma en algo más bien parecido a un monstruo o una bestia”. Esta aseveración de Fazio, concuerda con el caso de Mireles, quien desde su llegada a la Ciudad de México el lunes pasado, ha sido descalificado a través de los medios, e incluso se han tomado declaraciones suyas en su contra.
El lunes 5, antes de enviar un mensaje en video a Peña Nieto, recriminándole su falta de compromiso en el conflicto, otorgó una entrevista a Carmen Aristegui, donde luego de aceptar que el movimiento había perdido fuerza y sentido debido a la presencia de infiltrados que se colocaron como líderes y lo único que provocaron fue división, Mireles aceptó que sostuvo una relación amorosa con una mujer de 17 años.
Esta confesión trajo consigo una ola de críticas especialmente en las redes sociales donde se le tildó de pederasta, e incluso se difundió una imagen de la otrora pareja de Mireles golpeada, a pesar de que él nunca confesó haber sostenido relaciones sexuales. “Nada más iba Cukin, iba yo, el piloto el copiloto que le decían el Panda, los dos primeros ya están muertos y el 5to pasajero que era la novia que yo llevaba”, mencionó a la periodista.
-¿Si era su novia?
-Pues sí, era mi novia pero iba en calidad de secretaria nada más.
-¿Pero era una jovencita no?
-Sí, era una jovencita.
-¿De 17 años su novia?
-Sí, de 17 años.
-¿Y usted anda con una niña de 17?
-Pues no tuve la oportunidad oiga, pero sí tenía ganas.
-¿Y luego?
-No pues se cayó el avión y se acabó todo.
Para el miércoles 7, mediante un comunicado, una parte de las autodefensas cercana al Gobierno Federal y autonombrada “Consejo General de Autodefensas de Michoacán”, destituyeron a Mireles Valverde como líder y vocero de su movimiento, achacando la decisión a que había tomado un rol protagonista frente a los medios donde difundía información falsa; opacidad en el manejo de los recursos obtenidos; y un comportamiento inadecuado que supuestamente desembocó en la muerte de cinco integrantes.
Aunado a ello, el grupo encabezado por Alberto Gutiérrez, “El Comandante 5” y Estanislao Beltrán, “Papá Pitufo”, hicieron referencia a que pudiera padecer de sus facultades mentales, luego del accidente aéreo que sufrió en enero pasado, e incluso pidieron apoyo al gobierno para realizarle estudios psicológicos y determinar si estaba enfermo.
Por su parte, Mireles descalificó dicho desconocimiento ya que sólo fue firmado por líderes del municipio de Coalcomalco y acusó a Alfredo Castillo de orquestar el documento como parte de una represalia por abandonar el dialogo con él, a raíz de que se notara su colusión con el crimen organizado.
Hoy por la tarde, se generó un nuevo señalamiento en contra su figura, esta vez proveniente de el “Virrey” Alfredo Castillo Cervantes, comisionado federal para la seguridad de Michoacán, quien retomó las aseveraciones de las autodefensas disidentes, e indicó que se le investiga por su presunta responsabilidad en la muerte de cinco personas, tras una balacera ocurrida en la comunidad de Chuquiapan, en Lázaro Cárdenas, el pasado 27 de abril.
En entrevista para Radio Fórmula, el funcionario mencionó que “existen algunos señalamientos, inclusive hay testimoniales en donde dicen que el primero en llegar, antes que todos los demás a ese punto, es el doctor Mireles; hay fotografías de él sosteniendo alguna cabeza, como trofeo, de uno de estos muertos”, aunque dichas fotos no se han hecho públicas.
Con todos estos antecedentes, no suena descabellada la opción de que el gobierno de Peña Nieto orqueste un golpe que meta a Mireles a prisión, tal como sucedió con Hipólito Mora, a quien se le dictó auto de formal prisión por dos supuestos homicidios, no comprobados cabalmente.
En este sentido, la reflexión de Fazio viene al caso cuando menciona una “vida desnuda” con la que no hay un posible acuerdo pero se puede eliminar “sin que sea necesario cumplir con los procedimientos legales instituidos y sin que ello constituya un homicidio”, como sucedió con la descalificación mediática que anteriormente han sufrido Andrés Manuel López Obrador, el Movimiento de Atenco e incluso el Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).
Al respecto, José Manuel Mireles ya aseguró que su movimiento seguirá pero ahora a nivel nacional, y arrancará el próximo domingo en distintos puntos del país como Movimiento Nacional de Autodefensas con el fin de hacer frente a la inseguridad imperante.