Desde este sábado ya no existen autodefensas en dos de los municipios fundadores del movimiento en Michoacán: Buenavista y Tepalcatepec.
Al menos, así lo proclamó el enviado del Gobierno de Enrique Peña Nieto en una ceremonia organizada por la Comisión para la Seguridad y el Desarrollo Integral del Estado, la dependencia creada en enero para solventar la crisis de violencia en la entidad, al oeste de México.
Sin embargo, una disidencia del movimiento liderada por José Manuel Mireles, hasta el 7 de mayo líder en Tepalcatepec y ahora investigado por homicidio, amenaza con la creación de un nuevo grupo a escala nacional.
En el acto, celebrado por la mañana, el comisionado Alfredo Castillo, hizo entrega de las armas -una larga y otra corta- y los uniformes del nuevo cuerpo de Policía Rural. "Este lugar es el mejor ejemplo de la confianza, dialogo, apertura y solidaridad que se crean cuando mujeres y hombres creen en el mismo objetivo".
En una marcha simbólica, sus integrantes desfilaron desde La Ganadera -una finca que se convirtió durante 15 meses en el cuartel general del movimiento de civiles armados contra el cartel de los Caballeros Templarios- hasta el Palacio Municipal de Tepalcatepec, a menos de un kilómetro de distancia y donde se produjo el alzamiento el 24 de febrero de 2013.
Según informó el propio comisionado, alrededor de 3.000 personas pidieron ingresar hasta el 9 de mayo en las guardias rurales. Sin embargo, por ahora, en Tepalcatepec habrá 105 elementos y en Buenavista otros 120. Asimismo, informó que en total se han registrado 6.442 armas. De ellas 4.497 son de uso exclusivo del ejército y 1.945 de calibres permitidos.
La entrega de armas se produce después de que el pasado mes de abril los portavoces del movimiento civil y el Gobierno acordaran un proceso de registro y desarme para legalizar la figura del policía rural. Desde el día de hoy, todo aquel que no se encuentre dentro del nuevo cuerpo de seguridad no podrá portar un arma.
La puesta de largo de la Policía Rural Estatal llega, sin embargo, en medio de una profunda crisis de sus líderes. En los últimos tres días, el Consejo General de las Autodefensas destituyó al doctor José Manuel Mireles, uno de los portavoces del movimiento, al considerar que sus declaraciones sobre posibles nexos de algunos integrantes con el crimen organizado estaban fuera de lugar.
Estanislao Beltrán, más conocido como Papá Pitufo y hasta la fecha el segundo de la organización, pasa a ser el principal vocero del movimiento. El cruce de acusaciones sobre la relación con el cártel de Los Caballeros Templarios ha acabado por atomizar al movimiento. “Su pueblo no lo quiere ver [a Mireles]”, declaraba el viernes Beltrán ante los medios de comunicación.
En las últimas horas, el comisionado Alfredo Castillo reveló que José Manuel Mireles, también cirujano de Tepalcatepec, está siendo investigado por el asesinato de cinco personas a comienzos de mayo. Una fotografía publicada este sábado por el diario mexicano Milenio muestra a Mireles sujetando la cabeza de un hombre abatido.
Aunque el comisionado aclaró que no existen aún pruebas suficientes para su arresto, sí admitió denuncias en su contra. El exportavoz de Tepalcatepec no sería el primer líder del movimiento acusado de homicidio. Desde el pasado mes de marzo, Hipólito Mora, fundador de los comunitarios en la Ruana, una comunidad de Buenavista, se encuentra en prisión por su presunta relación con la muerte de dos vecinos.
Mientras, José Manuel Mireles anunció este viernes la creación de nuevas autodefensas en otras partes del país, un movimiento “nacional” que contaría con el respaldo de defensores de derechos humanos de la talla del empresario Alejandro Martí, el poeta Javier Sicilia y la activista Isabel Miranda de Wallace.