La Policía Federal (PF) detuvo a Leonor Nava Romero La Garra, jefe del grupo delictivo Los Rojos, señalado como el responsable de la ola de asesinatos, extorsiones y secuestros que colapsaron esta capital.
La captura de La Garra o El Tigre se registró ayer en el poblado de Nuxco, municipio de Tecpan de Galeana, ubicado en la región de Costa Grande, indican reportes oficiales.
Nava Romero habría acudido a este lugar para sumarse a la alianza formada por los remanentes del cártel de los Beltrán Leyva, que encabeza la banda de Los Granados y el grupo delictivo del exalcalde priista de Petatlán, Rogaciano Alba, quienes pactaron una tregua para expulsar a Los Caballeros Templarios de este importante corredor del Pacífico que conecta con Lázaro Cárdenas, Michoacán, refieren los informes.
El presunto delincuente fue trasladado a la Ciudad de México donde fue puesto a disposición de autoridades ministeriales de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO).
El Tigre había sido detenido por el Ejército el 10 de septiembre de 2013, durante un operativo realizado en el poblado de Zumpango del Río, municipio de Eduardo Neri en la región Centro del estado y fue recluido en el penal federal de Altamira, Tamaulipas por delitos de narcotráfico y delincuencia organizada, homicidio, secuestro y extorsión.
No obstante, dos meses después, La Garra salió libre bajo caución luego de que un juez federal impuso una fianza de 13 mil 238 pesos.
La banda de Los Rojos es un remanente del extinto cártel de los Beltrán Leyva que opera en la región Centro y parte de la Sierra bajo el manto protector de autoridades locales y se les atribuye la ola de secuestros, asesinatos y extorsiones que tienen asfixiada a la sociedad y colapsado el sector productivo de esta capital.
La Garra entró en disputa con su hermana, María del Carmen Nava Romero por el control de la estructura criminal luego de que otro de sus hermanos -considerado en ese entonces como el jefe del clan nacido en el poblado serrano de Corral de Piedra- José Nava Romero, Don Che, fue ejecutado al interior de un palenque de gallos la madrugada del 16 de junio en San Andrés Cholula, Puebla.
Esta confrontación entre familiares desató una brutal ola de violencia en Chilpancingo donde los secuestros y extorsiones en contra del sector productivo colapsaron la actividad económica y asfixiaron a la sociedad.
Además de la indolencia del alcalde priista de Chilpancingo, Mario Moreno Arcos, quien se declaró incompetente para revertir los efectos de la narcoviolencia.
Estos hechos desataron una serie de manifestaciones de representantes del sector productivo que demandaron al gobierno federal un comisionado, ante la incompetencia de las autoridades locales.
Incluso, el empresario capitalino Pioquinto Damián Huato llamó “narcoalcalde” al priista y lo vinculó directamente con La Garra.
Posteriormente, Damián Huato sufrió un atentado armado en el cual fue asesinada su nuera y su hijo resultó herido, situación que obligó al empresario a abandonar el país.
La detención del líder de Los Rojos se registra en un contexto de reacomodo de los grupos criminales que disputan el control del corredor de drogas Cuernavaca-Acapulco que anteriormente estuvo dominado por el extinto capo Arturo Beltrán Leyva.