Advirtió la guardia comunitaria del municipio de Aquila a las autoridades de los tres niveles de gobierno, que no dejará las armas hasta que la seguridad de la población esté a cargo de gente `confiable´ designada por ellos mismos.
Reiteraron su rechazo a la permanencia de elementos del Ejército Mexicano en su localidad, luego de que el domingo pasado detuvieran a un cabo en compañía de dos presuntos miembros del crimen organizado, al cual entregaron a la Policía Federal.
Uno de los dirigentes de la guardia comunitaria que se conformó hace unas semanas en Aquila, mismo que por temor a represalias pidió que su nombre no fuera publicado, narró que la mañana del domingo pasado detuvieron a dos supuestos sicarios que viajaban en compañía de otro hombre con rumbo a Coalcomán.
Expresó que al efectuar las investigaciones pertinentes, los comunitarios se dieron cuenta de que ese tercer hombre era un cabo del Ejército Mexicano, que se encontraba de civil, por lo que dieron parte a la Policía Federal y lo entregaron ese mismo día.
Añadió que el lunes en dos ocasiones se presentaron elementos del Ejército Mexicano para tratar de llevarse a su compañero: “Ellos lo iban a castigar, porque venían con un Ministerio Público Federal, pero les dijimos que ya lo habíamos entregado a la Policía Federal”.
Apuntó que luego de tal incidente, la guardia comunitaria corroboró que presuntamente hay efectivos castrenses involucrados con el crimen organizado.
El entrevistado externó que lo anterior ya había quedado en evidencia, cuando al conformarse la guardia comunitaria, supuestos miembros del Ejército ayudaron a los “maleantes” a salir del pueblo para que no fueran detenidos.
Retirarnos no es opción
Aunque manifestó que la gente de Aquila tiene confianza en la Policía Federal y la Marina Armada de México, enfatizó que quienes forman parte de la guardia comunitaria no están dispuestos a dejar las armas, ni las propias ni las que quitaron hace unas semanas a los policías municipales de Aquila, a quienes, por cierto, también acusó de estar coludidos con grupos delictivos.
“Cuando inició esto, el gobernador (Jesús Reyna García) envió a un representante para que nos desarmáramos y nos fuéramos a nuestra casa. Le mandamos un mensaje en el sentido de que a estas alturas una mesa de trabajo, de diálogo, no arregla la situación… Retirarnos no es opción”, dijo.
Acto seguido, planteó que la intención de la guardia comunitaria, integrada según él por aproximadamente 200 personas armadas, pretende que las funciones de vigilancia en la localidad recaigan en gente designada por ellos mismos.
Comentó que el colectivo ciudadano es sostenido con aportaciones de la población, con una parte de las regalías que comuneros reciben de la empresa Ternium por la explotación de la mina Las Encinas y remesas que envían los migrantes radicados en Estados Unidos.
La vigilancia de las cuatro entradas a la población está a cargo de integrantes de la guardia comunitaria, que insisten en el retiro del Ejército Mexicano.
A destacar
12 Jóvenes desaparecidos en año y medio
De acuerdo a la versión del entrevistado, se tiene un registro de aproximadamente doce jóvenes desaparecidos en un lapso de año y medio. Aseguró que los sucesos fueron denunciados ante la Procuraduría de Justicia estatal, pero ésta no les ha notificado avances en las investigaciones.