México encabeza la lista de países que confiscaron la mayor cantidad de precursores químicos necesarios para la fabricación de drogas sintéticas en los dos últimos años, revela el Informe sobre las drogas 2014 que publicó hoy la Oficina de las Naciones Unidas contra las Drogas y el Crimen (ONUDC).
Desde 2009, las autoridades mexicanas decomisaron decenas de toneladas y miles de litros de ácido fenilacético, metilfenilacetato, metilamina, clórido de benzilo, 2-feniletanol y ácido hipofosforoso, entre muchas sustancias químicas utilizadas en la producción de metanfetaminas, “éxtasis” y otros tipos de anfetaminas.
En 2011, por ejemplo, las autoridades mexicanas confiscaron 56% de la metilamina decomisada a escala mundial.
Según el reporte, los ingenieros químicos mexicanos se destacan por innovar en sus métodos de producción de las drogas sintéticas al utilizar precursores legales y accesibles en sus recetas, sin afectar la calidad.
Al contrario, el documento relata que la pureza de la metanfetamina mexicana mejoró de forma regular desde 2007: si bien hace siete años el producto vendido en Estados Unidos llevaba 42% de pureza, en abril de 2012 los químicos fabricaban un producto casi perfecto que superaba 93% de pureza.
La ONUDC observa que los fabricantes de drogas sintéticas adoptaron nuevas estrategias para burlar los controles internacionales sobre los precursores químicos.
Entre estas estrategias, destacan la que consiste en fundar empresas para importar legalmente los productos químicos, o en desviar los precursores que transitan en el país.
La ONUDC observa que la regulación del tráfico ilegal de precursores químicos representa una tarea muy complicada, ya que existen en el mundo más de 97 mil empresas dedicadas al sector químico en el mundo.
El comercio de precursores químicos, con el tránsito de los productos por vía marítima o terrestre, y la transformación en la industria química, representa un negocio global que rebasa los mil billones de dólares, asevera el reporte.
“La manufactura de metanfetaminas se incrementó otra vez este año, con un amplio aumento en el número de laboratorios desmantelados en Estados Unidos y en México”, sentencia el reporte.
En 2012, las autoridades mexicanas desmantelaron 259 laboratorios de metanfetaminas, destaca la ONUDC.
Asimismo, en los pasados cinco años se dispararon las confiscaciones de metanfetaminas, que pasaron de 341 kilos en 2008 a 44 toneladas en 2012, 15 toneladas más que el segundo país con la mayor cantidad de decomisos de este producto, Estados Unidos.
Las confiscaciones de mariguana en México tienden a reducirse desde 2010, al pasar de más de 2 mil toneladas a poco más de mil en 2012, debido en parte a la legalización del consumo de la planta en varios estados de la Unión Americana.
Sin embargo, “los autores no pueden predecir de forma inequívoca un declive en la violencia relacionada con las drogas en México como resultado de la legalización, ya que no existe base de comparación”.
En Estados Unidos, principal mercado de las drogas que transitan por México, “el consumo durante el año anterior de la población mayor de 12 años alcanzó 16% en 2012, su nivel más alto desde hace una década”, subraya el reporte.
De hecho, según la ONUDC, la tendencia al consumo de mariguana se redujo en todas las partes del mundo, excepto en Estados Unidos, donde su legalización en varios estados generó una menor percepción del riesgo asociado a su consumo.
Asimismo, si bien el reporte asevera que “existen indicaciones según las cuales la disponibilidad global de la cocaína cayó” –a raíz de mayores confiscaciones y erradicaciones de cultivos–, los indicadores de consumo de este producto volvieron a crecer levemente en Estados Unidos, tras ocho años de disminución continua.
En 2012, las autoridades mexicanas confiscaron una cantidad de heroína 58% menor a la de 2011, lo que repercutió sobre los decomisos de la sustancia en Estados Unidos, que pasaron de 4.8 toneladas en 2011 a 5.5 toneladas en 2012.
“La disponibilidad del producto siguió creciendo en Estados Unidos, debido a los altos niveles de producción de heroína en México y a la expansión de los traficantes mexicanos hacia los mercados de la ‘heroína blanca’”.