Funcionarios como el secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong, el comisionado federal en Michoacán Alfredo Castillo Cervantes, el procurador michoacano José Martín Godoy Castro, así como los ex autodefensas, hoy policías rurales Estanislao Beltrán y Alberto Gutiérrez, “Comandante Cinco”, lo aseguran: Pronto caerá Servando Gómez Martínez, alias “La Tuta” o “El Profe”.
Sin embargo, tras el abatimiento por parte de fuerzas federales de Nazario Moreno González, “El Chayo”, y de Enrique “Kike” Plancarte Solís, las declaraciones sobre la captura del hoy considerado principal líder de Los Caballeros Templarios se han intensificado, incluso muchas ocasiones se habló de su inminente detención o de que se encontraba cercado, como hoy también se dice. Pero se ha escabullido o le han permitido huir varias veces.
La captura más reciente de uno de sus hombres cercanos, quien fungía como parte del grupo de sicarios, ocurrió el pasado 13 de septiembre en Lázaro Cárdenas, Michoacán. Se trata de Jesús Tapia Sánchez, “El Zanate”, uno de los responsables por el asesinato de 12 policías federales en Arteaga -territorio de “La Tuta”, donde nació y se graduó de profesor de primaria-, ordenado por “El Chayo” Moreno y Servando Gómez, ocurrido el 12 de julio de 2009. Por el pistolero la Procuraduría General de la República (PGR) ofrecía 3 millones de pesos a quien diera informes de su paradero.
Pero apenas el viernes se suscitó otro hecho donde se involucró a uno de sus hermanos, de nombre Aquiles Gómez Martínez, quien según las hipótesis judiciales, se suicidó de un disparo de arma de fuego calibre 9 milímetros en la boca, al verse cercado por elementos federales en su propio domicilio del Fraccionamiento “Los Tulipanes”, también en la ciudad de Lázaro Cárdenas.
Por “La Tuta”, la PGR pide recompensa de 30 millones de pesos, dada su peligrosidad. Desde 2004 tiene orden de aprehensión por delincuencia organizada, delitos contra la salud, posesión y cosecha de droga. Igual lo relacionan con “levantones”, asesinatos, despojos de inmuebles, entre otros ilícitos.
Fue en 2009, ya encumbrado como uno de los miembros del primer círculo criminal de los Templarios, durante la presidencia del moreliano Felipe Calderón Hinojosa, cuando policías federales lo tuvieron en la mira para detenerlo… y se les escapó o lo dejaron huir. El diario La Razón dio cuenta de lo anterior en un reportaje aparecido el pasado 19 de agosto, donde se refiere que la primera ocasión ocurrió el 22 de enero del citado año, en un domicilio de la ciudad michoacana de Lázaro Cárdenas, cuando lo vieron descender de una camioneta Jeep Compass, color arena, con placas de circulación 327VES, en compañía de dos de sus escoltas, quienes portaban armas cortas fajadas a la cintura, sin actuar en su contra.
Una semana después, el 28 de enero del mismo 2009, en el parte informativo documento PFP/EM/SIII/006/2009 -cita el diario-, acudieron a un palenque en Arteaga, específicamente en la calle Lázaro Cárdenas número 268, con el objetivo de aprehender a “La Tuta”, quien llegó esa noche a bordo de una camioneta Hummer, blanca, sin placas de circulación, acompañado de dos sicarios armados.
“En un momento determinado, cuentan, los asistentes al palenque empezaron a salir corriendo del lugar ‘dándonos cuenta que Servando Gómez Martínez y sus acompañantes abordaron apresuradamente la camioneta blanca tipo Hummer’ retirándose, junto con otro vehículo similar, hacia la carretera que conduce al municipio Nueva Italia, por lo que se realizó una persecución. En un punto de la carretera, la camioneta donde iba La Tuta, y la otra, frenaron para que sus ocupantes las abandonaran y abordaran tres distintos vehículos (uno de ellos la camioneta Jeep Compass placas 327VES, referida en el primer reporte), que al final lograron dejar atrás a los agentes”, apuntó el reportaje.
Se les escapó; sin embargo pudieron dar alcance a un vehículo y atraparon al hijo del capo, de nombre Luis Servando Gómez Patiño.
La tercera ocasión sucedió el 19 de febrero siguiente en Arteaga, cuando los elementos federales vigilaban al alcalde Jairo Rivas Páramo y sus directores de Seguridad Pública y Obras. Observaron salir al edil del inmueble municipal cerca de las 15:00 horas, y subirse a un vehículo rumbo a la glorieta ubicada sobre Avenida Lázaro Cárdenas, estacionándose en la orilla para reunirse con Servando Gómez, quien iba junto con sus dos guardaespaldas armados, y el narcotraficante le entregó al munícipe un sobre y una maleta, antes de despedirse de mano. Luego el delincuente se fue en una Jeep Cherokee negra y se introdujo hacia la colonia San Martín.
En este 2014, una vez con el despliegue de fuerzas federales en territorio michoacano, en especial en la Tierra Caliente, el 3 de marzo último se detuvo a uno de los hijos de Gómez Martínez, aunque no reconocido legalmente, llamado Luis Alfredo Aguilera Esquivel, cuando pretendía cobrar el pago de una extorsión a un aguacatero en el municipio de Los Reyes.
Meses después, el 21 de junio, policías federales lograron en Arteaga la aprehensión de Huber Gómez Patiño, hijo de “El Profe”, éste sí reconocido, y acusado de portación de arma prohibida y contra la salud, delitos por los cuales enfrenta juicio en el Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) de El Altiplano, en Almoloya de Juárez, Estado de México.
Ya muerto a balazos por fuerzas federales el 9 de febrero anterior el máximo jerarca templario Nazario “El Chayo” Moreno, se pensaba de la eventual caída de “La Tuta”. El 20 de marzo, elementos de la Marina Armada de México (Semar) detectaron a una célula del grupo criminal en la localidad de Infiernillo, del municipio de Arteaga, donde presumían la presencia del narco; pero se suscitó un enfrentamiento que impidió la captura. La madrugada del 17 de agosto anterior, en el mismo sitio, presuntos sicarios dieron muerte a un miembro de la Fuerza Rural, cuando irrumpieron en una barricada; uno de los civiles armados murió en la refriega.
También abatido en el municipio de Colón, Querétaro el 31 de marzo de la presente anualidad “El Kike” Plancarte, sólo quedaba como líder visible de la delincuencia organizada en Michoacán Servando Gómez, y a tres días de la muerte de Plancarte Solís, autodefensas aseguraron que “La Tuta” se escondía en los municipios de Sahuayo y Jiquilpan, colindantes con el estado de Jalisco; pero sus presuntos sicarios incendiaron dos vehículos, al parecer para evitar el paso de los comunitarios y detener al capo.
Días después, el 9 de abril, policías federales y soldados aprehendieron en la comunidad de El Caulote, del municipio michoacano de Parácuaro, a varios de los escoltas de Servando Gómez, entre estos uno de los jefes de sicarios, Juan Salomón Hurtado.
Luego siguieron las acciones policiales y militares en Arteaga, la ciudad natal del criminal, a donde ingresaron autodefensas el 22 de abril, encabezadas por Estanislao Beltrán, “Papá Pitufo” y José Manuel Mireles, hoy preso en el Cefereso de Hermosillo, Sonora, por posesión de arma prohibida y de mariguana. Ahí se descubrió que utilizaba cuevas para refugiarse y escapar de los elementos policiacos.
Al día siguiente, acompañados de policías estatales y federales, entraron hasta una cueva ubicada en los cerros de Toscano, en la zona limítrofe entre Arteaga y Tumbiscatío, protegida por una puerta metálica. Vieron huellas recientes de zapatos y tenis. Lugareños afirmaron que ahí guardaban armas, droga y a personas secuestradas, y que “La Tuta” escapaba cuando se creía cercado.
De igual manera, vieron varias propiedades del narcotraficante, y a sus gallos de pelea, una de sus aficiones. Pobladores relataron que paseaba acompañado de sus sicarios, y tenía un par de días que acudió a una pelea de gallos en una ranchería cercana; sin embargo, ya no lo encontraron.
Mientras el 9 de mayo último, en operativos efectuados en Tenencia de La Mira, del municipio de Lázaro Cárdenas, se detuvieron a 156 presuntos delincuentes al servicio de “La Tuta”, entre ellos el jefe de plaza en esa región, Héctor López Andrade, “El Chivo”, y que se hacían pasar como autodefensas, además de pretender asesinar a policías con el señuelo de que se iban a registrar para la naciente Fuerza Rural. Ese día se registró un enfrentamiento, sin pérdida de vidas, y se les incautó un arsenal con armas largas e incluso lanzagranadas y lazacohetes, aunque la mayoría, varios menores de edad, quedaron libres posteriormente.
El 16 de mayo, en la comunidad de Las Cruces, del municipio de Arteaga, se registró un enfrentamiento de elementos de la Semar y de la Defensa Nacional (Sedena), así como policías federales e integrantes de la delincuencia, con saldo de cuatro militares muertos y cuatro supuestos sicarios fallecidos, identificados como pistoleros al servicio de Servando Gómez.
Ahí mismo, en el rancho conocido como "El Parejo", las fuerzas federales localizaron un arsenal militar como lanza-misiles, rifles de alto poder AR-15, AK-47 ("Cuernos de Chivo"), equipo táctico y de comunicación, así como vehículos todo terreno, pertenecientes al cártel predominante en Michoacán.
Luego vinieron los videos donde Gómez Martínez aparece con personajes como Rodrigo Vallejo Mora, hijo del ex gobernador de Michoacán Fausto Vallejo Figueroa, difundido el 29 de julio anterior, y las presidentas municipales de Pátzcuaro y de Huetamo, Salma Karrum y Dalia Santana, respectivamente, el pasado mes de agosto. Antes se habían difundido, grabaciones del criminal con el alcalde de Lázaro Cárdenas Arquímides Oseguera y otra al lado del líder transportista José Trinidad Martínez Pasalagua y el ex gobernador interino Jesús Reyna García, en el mes de abril.
Hoy todos ellos se encuentran presos, por sus presuntas relaciones con Servando Gómez, aunque en el caso de Rodrigo Vallejo se le imputa el delito de encubrimiento al no revelar detalles de su encuentro con el jefe de los Caballeros Templarios, y eso reavivó las demandas para detener a “El Profe”.
Por eso desde el 7 de septiembre anterior se desplegaron al menos 2 mil elementos de la Fuerza Rural, Policía Federal, Ejército Mexicano y Policía Estatal, en zonas de la sierra de Michoacán con la finalidad de detenerlo. Según Alberto Gutiérrez, “El Comandante Cinco”, el operativo abarca unos 200 kilómetros, entre los municipios de Apatzingán, Lázaro Cárdenas y Aguililla.
Su más reciente ubicación sería en la sierra, entre Michoacán y Guerrero, sitio ideal para refugiarse y detectar con tiempo la presencia policiaca y poder escapar. Su paso es frecuente por ambas entidades; pero vive en cuevas, sin lujos, arrinconado, desconfiando de todos, aislado en sus comunicaciones para que no se las intercepten.
Asimismo, refirió que el gobierno federal sospecha de policías guerrerenses y algunos militares de la misma entidad, quienes obstaculizan la labor realizada en territorio michoacano, “retrasando los operativos, impedido el paso de un estado a otro, otorgando al criminal valiosísimo tiempo para escaparse y perderse”.
Dijo que se emplea la tecnología más sofisticada para rastrear al capo, con asistencia de las agencias de inteligencia del gobierno estadounidense; pero se desconfía de los ex autodefensas, ahora Fuerza Rural, por su pasado y hasta presente posiblemente vinculado a criminales. Y vaticinó que la detención de “La Tuta” no será pronto, aunque no descartan una sorpresa.