De acuerdo con el análisis que el criminólogo José Luis Mejía Contreras hace del material fotográfico que aquí se muestra, la escena donde 22 personas perdieron la vida en un presunto enfrentamiento con militares en Tlatlaya (el 30 de junio), fue “totalmente manipulada”.
Los cuerpos de 14 de los fallecidos fueron “sembrados” y “desaparecieron evidencias”. Las imágenes le permiten afirmar al especialista que los fallecidos fueron sometidos y posteriormente fueron asesinados con disparos realizados a menos de 30 centímetros de distancia.