Tres integrantes de una célula delictiva dedicada al secuestro que operó bajo las órdenes directas de Fernando Sánchez Arellano, alias “El Ingeniero”, fueron detenidos por la Unidad Estatal Antisecuestro de la subprocuraduría contra la Delincuencia Organizada.
En los hechos existe la participación de Policías Ministeriales, Municipales y ex peritos de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE).
Daniel Canales Rodríguez, alias “El Francés” o “El Ram”, Armando Angulo Jr y César García Chávez, ejecutaban sus crímenes a petición del líder del Cartel Arellano Félix hasta que este último fue detenido el mes de junio de este año.
Miguel Ángel Guerrero, coordinador en Tijuana de la Subprocuraduría contra la Delincuencia Organizada, explicó que de acuerdo a las investigaciones ministeriales, los tres sujetos delinquen desde el mes de octubre del año 2013, registrando cuatro secuestros hasta la fecha.
Además se dedicaban a la venta y distribución de droga, así como al cobro de piso a otros vendedores.
A raíz de la captura de “El Ingeniero” su operación se dio de manera independiente, aunque seguían coordinándose con células del cartel para llevar a cabo sus crímenes.
Uno de los grupos referidos es el liderado por un sujeto al que se le conoce como “El López”, “el L” o “El Blue”, identificado como hermano de Melvin Gutiérrez Quiroz, segundo al mando del CAF también hasta su detención el año pasado. Dentro de la célula también se encuentra “El Fredy” y “El Solo”, tres hermanos conocidos como “Los Trupidos” (Raúl, Sergio y Armando Angulo, alias “El Frogs”) y Luis Jaime Verdugo Delgado, alias “El Lic”, ex policía municipal en Tijuana.
La otra célula delictiva referida por las autoridades está bajo el mando de un sujeto apodado como “El Viejito”, “El Ruco” o “El Viejón”, y como segundo se identificó al ex perito adscrito de la PGJE, José Luis Chávez, alias “El Ramiro”.
Los secuestros y la participación de policías.
Las actividades de venta de droga y cobro de piso de los tres detenidos se realizaban “en gran parte de la ciudad” a decir de las autoridades, no obstante, “tienen mayor presencia en la colonia Libertad y aledañas”
Para ejecutar los secuestros utilizaron vehículos equipados con aditamentos policiacos como estrobos, luces y sirenas. Disponían de armas calibre 5.7 (mata policías), calibre 9 milímetros, .38 súper, calibre 45 milímetros y más.
Además, según explico José María González Martínez, subprocurador contra la Delincuencia Organizada, se ha señalado a varios policías ministeriales y municipales que colaboraron en los crímenes, quienes se llevaban el 30 por ciento de los rescates.
No obstante, detalló que como la Subprocuraduría Especializada en Investigaciones de Delincuencia Organizada (SEIDO) absorbió la investigación, es necesario que esta institución del gobierno federal los señale como indiciados para proceder a su depuración.
Fue el secuestro perpetrado el jueves 18 de septiembre de 2014 el que terminó con su arresto. La tarde de ese día los señalados “levantaron” a un sujeto en las inmediaciones de la colonia Ampliación Guaycura.
Pero antes, el 20 de noviembre del 2013, habían ejecutado el secuestro de un muchacho, dueño de un negocio de estambres.
También, el 18 de febrero del 2014, hicieron lo mismo con un ex policía federal, propietario de unos departamentos y un gimnasio. Este último fue ejecutado aproximadamente un mes y medio después del crimen.
El cuarto de los crímenes fue realizado contra dos personas propietarias de una estética en la Zona Centro, quienes además se dedicaban a cruzar cocaína a los Estados Unidos.
En todos los casos se cobró un rescate, sostuvo José María González Martínez, subprocurador contra la Delincuencia Organizada.