Existe en el gobierno federal un diagnóstico que aborda la problemática de Michoacán desde una visión distinta a la citada habitualmente: la descomposición en el estado tuvo su origen no en reyertas criminales, sino... en disputas políticas. Y estos diferendos, que llevan tres décadas, podrían causar que la entidad se incendie de forma inédita.
Desde que inició el gobierno de Enrique Peña Nieto, hace casi un año, han surgido dentro del gabinete presidencial diversos enfoques para abordar el tema del combate al crimen organizado: ha habido planteamientos militares, policiales, económicos, sociales.
El caso de Michoacán es de los que mayor atención ha atraído en los distintos informes que se han realizado. Uno de estos análisis, destaca por tener una visión no solo "militar", sino política: afirma que el principal problema surgió por severos pleitos políticos entre priistas "locales" y "nacionales", una verdadera guerra política que data de los años ochenta y que provocó la absoluta descomposición de las estrategias de seguridad locales, situación que se agudizó con "las actitudes vindicativas hacia el estado a la llegada de los panistas al poder federal", y los agravios que "la izquierda en poder local" dijo sufrir del panismo gobernante, ya que fue marginado de la "lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado".
Derivado de lo anterior, hoy la situación es tan grave en varias zonas del estado que se está convirtiendo "en un conflicto militar sin precedente desde la etapa armada de la Revolución", se lee en el documento, que propone una especie de pacto entre las fuerzas políticas estatales y regionales para que éstas ayuden a controlar las diversas expresiones criminales y armadas que hay en la región.
El informe también alerta sobre lo que puede ocurrir en la Tierra Caliente, zona de intensas disputas entre grupos criminales (los cárteles de Los caballeros templarios y Jalisco Nueva Generación), así como de constantes combates de éstos con las autodefensas que han surgido desde hace meses por el hartazgo de los pobladores ante el sometimiento de los delincuentes, y que cada vez toman más municipios bajo su control:
"La Tierra Caliente podría convertirse en un bastión insurgente en tanto no haya arreglos institucionales, no solo para resolver los problemas de seguridad, sino para la distribución del poder político y económico", se lee en el documento, en el cual se advierte lo que puede suceder con los grupos de autodefensas:
"Hay dudas de que algunos de ellos puedan ser apoyados por los cárteles que se disputan las plazas (los templarios contra Nueva Generación de Jalisco), o que puedan convertirse en grupos paramilitares que, sin poder estar legitimados, quieran aplicar la ley sustituyendo a las autoridades legítimas".
Trabajos del Cisen sobre Michoacán, en los cuales se alerta de que "resulta evidente" que al menos uno de los grupos de autodefensa, el de Buenavista Tomatlán, ya fue "penetrado" por el narco, el cártel de Jalisco Nueva Generación: su líder, identificado como El Americano, que al inicio del conflicto —en mayo pasado— tenía una camionetita de redilas prestada, desde hace semanas se traslada en una camioneta Land Rover con un costo de "más de 100 mil dólares", y es escoltado por una docena de camionetas de lujo de reciente modelo, lo cual resalta con la condición de limoneros de la mayoría de los miembros otras agrupaciones de autodefensas, se asienta.
El análisis subraya que los conflictos políticos entre priistas locales y nacionales, luego entre priistas y panistas, así como entre perredistas y panistas, propició "el relajamiento" de las tareas de seguridad locales y "el rechazo de la población a las fuerzas federales". Eso ocasionó "un recrudecimiento de la violencia entre cárteles foráneos y locales que se disputaban plazas para la fabricación, venta y trasiego de drogas, principalmente con precursores químicos provenientes de Lázaro Cárdenas".
El diagnóstico señala que la estrategia en la zona sí ha disminuido "parcialmente" las actividades del narcotráfico (siembra y venta de mariguana y heroína, y procesamiento de metanfetaminas), pero los delitos aumentaron: "Se agravó la incidencia delictiva ya que, ante la falta de recursos para sostener a los cárteles, éstos recurrieron al secuestro, la extorsión, robos, y cuotas a agricultores y comerciantes de todo tipo".
Da cifras: los delitos del fuero común, con relación a 2005, se mantienen con un "crecimiento estancado" (sic) de 27 por ciento. Esto generó que el crecimiento económico medio en los últimos 10 años no llegue ni a 2 por ciento, con áreas como el sector secundario que no llegan a un punto.
En el documento se propone un programa integral que esté sustentado en la política, más que en lo policial o militar: "La medida fundamental del programa sería el arreglo político institucional entre el gobierno federal, las fuerzas políticas de izquierda y otros partidos del estado, con el objeto de que los intermediarios sociales (políticos locales, líderes sociales, funcionarios públicos federales y estatales, presidentes municipales y regidores, entre otros) coadyuven para mitigar la violencia".
Adicionalmente, se propone crear un "órgano político", una especie de comisión pacificadora en la sombra, "que tenga como principal objetivo el diálogo y la pacificación de Tierra Caliente, pero que, para fines públicos, sea un organismo de promoción del desarrollo en la región".
En paralelo, se propone un proceso de industrialización manufacturera y agroindustrialización que permita disminuir la pobreza "que alcanza a 55 por ciento de la población".
Si se logra la paz social y el desarrollo en Michoacán "se evitarán problemas mayores que puedan desestabilizar la vida social y económica de México", se concluye en el documento circulado entre integrantes del gabinete presidencial.