En dos hechos por separado, autoridades policiacas de Jalisco y Coahuila capturaron a ocho presuntos delincuentes, tres de los cuales aseguraron pertenecer a La Familia Michoacana y cinco más a Los Zetas.
En Jalisco, elementos de la Policía Federal aprehendieron a Felipe Viveros García, El F, presunto lugarteniente de La Familia Michoacana, a quien se vincula con más de 200 asesinatos y alrededor de 10 secuestros en esa entidad y en Guerrero.
De acuerdo con un informe de la Comisión Nacional de Seguridad (CNS), El F –hermano de Bartolo Viveros García, El 5-5, lugarteniente del grupo delictivo en el Estado de México y el norte de Guerrero, asesinado el 17 de junio de 2012 en el interior del penal federal de El Altiplano, en Almoloya de Juárez– fue detenido junto con dos de sus operadores: como José Bernabé López Alcaraz y Froylán Barrera Morales.
Según las indagatorias de la CNS, Viveros García está ligado con numerosos delitos de delincuencia organizada, entre ellos una decena de secuestros, extorsión de autoridades, tráfico y acopio de armas, y de haber ordenado y participado en más de 200 asesinatos de víctimas de secuestro e integrantes de grupos antagónicos.
El presunto lugarteniente de La Familia Michoacana, añadió, mantenía a sus víctimas de plagio en campamentos habilitados como casas de seguridad, localizados en los municipios de Arcelia y Teloloapan, en Guerrero.
La dependencia detalló que El F operaba en los municipios de Teloloapan, Apaxtla de Castrejón, Cuetzala del Progreso, Tepecuacuilco, Iguala de la Independencia y Arcelia, en Guerrero, así como en diversos municipios en Jalisco.
Sobre López Alcaraz y Barrera Morales, mencionó que están ligados a la dirección de algunas células encargadas de informar sobre las actividades de las autoridades, brindar seguridad a los integrantes de la organización criminal y coordinar los equipos de radiocomunicación.
Los detenidos fueron puestos a disposición del agente del Ministerio Público de la Federación, adscrito a la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO), informó la CNS.
En otro hecho, agentes de la Policía Acreditable de Coahuila aprehendieron el pasado fin de semana a cinco presuntos integrantes de Los Zetas, entre ellos un menor de edad.
La Comisión Estatal de Seguridad (CES) señaló que tres de los supuestos zetas, Max Uziel, El Perro, de 21 años de edad; Sergio Humberto, El Boxer, de 28, y José Antonio, El Scarface, de 31 años, quienes aseguraron ser asesinos y dedicarse a secuestrar, torturar y matar a sus víctimas, fueron capturados en el mineral de Barroterán, municipio de Múzquiz.
A los otros dos, quienes se ostentaron como “halcones”, la policía los detuvo en la carretera federal 57, tramo Nueva Rosita-Sabinas, a la altura del entronque con la autopista Sabinas-Allende, municipio de San Juan de Sabinas.
En un boletín de prensa, la dependencia detalló que los tres primeros circulaban por la calle Río Usumacinta, de Barroterán, en un automóvil Nissan Máxima negro, sin placas, y al ver el convoy de unidades de la Policía Estatal aumentaron la velocidad, lo que causó sospechas y se les obligó a detenerse.
Al revisar el vehículo, los uniformados encontraron dos fusiles AK-47, cada uno con un cargador abastecido de 30 cartuchos hábiles, y un AR-15 con su cargador y 28 cartuchos hábiles, además de dos fornituras con tirantes y cuatro cargadores para arma de fuego con 30 cartuchos útiles cada uno.
También hallaron un envoltorio con cinta canela, que resultó ser mariguana, y ocho bolsitas de plástico con “piedra de cocaína”.
Los tres individuos afirmaron ser originarios del estado de Coahuila y pertenecer al grupo delictivo Los Zetas. Según sus dichos, recibían un “sueldo” de 10 mil pesos por quincena y se dedicaban a secuestrar, torturar y matar a sus víctimas cuando sus jefes lo ordenaban.
Sobre los supuestos “halcones” capturados en la carretera federal 57, tramo Nueva Rosita-Sabinas, la CES puntualizó que uno de ellos es Luis Gerardo, El Canki, de 49 años de edad. Del segundo, menor de edad, no se proporcionó el nombre.
De acuerdo con los policías estatales, observaron que El Canki vigilaba los vehículos que circulaban por esa vía y traía un radio de comunicación en sus manos, que en varias ocasiones llevó a la altura de su boca, y al notar la presencia de los oficiales huyó del lugar, pero minutos después fue arrestado.