En clara violación a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, a la Convención de la Organización de las Naciones Unidas y a tratados internacionales y bilaterales celebrados por México, agentes de Estados Unidos sostuvieron reuniones con líderes del narcotráfico.
Diario capitalino publica que en documentos que tiene en propiedad, agentes de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) y fiscales del Departamento de Justicia se reunieron y negociaron con miembros de cárteles del narcotráfico para obtener información de organizaciones rivales.
“Ninguna autoridad mexicana reportó al Congreso de la Unión esos encuentros. Hasta ahora tampoco se ha abierto en México alguna investigación sobre dichas reuniones en territorio mexicano”, destaca Doris Gómora para el diario.
Las reuniones y negociaciones, de las que el gobierno central de EU tenía conocimiento, fueron principalmente con el Cártel de Sinaloa, liderado por Joaquín Guzmán Loera. Estas reuniones informativas habrían desatado la ola de violencia que se vive en varios puntos del país.
“En gran parte porque estamos ahí en operación para recabar datos de inteligencia para apoyar investigaciones en Estados Unidos. He entrevistado a varios miembros de cárteles y narcotraficantes como Zambada-Niebla en México. No es como entrevistar a un fugitivo que camina en mi oficina en San Diego. En San Diego puedo arrestar al fugitivo. En México no puedo”, señaló por escrito Manuel Castañón, agente de la DEA involucrado en el proceso de Vicente Zambada en Chicago.
Otros agentes de la DEA como David Herrod y Carlos Mitchem se reunieron con traficantes de droga en México.
“Este modus operandi implica una violación al derecho internacional público, además de representar más gasolina al fuego de la violencia, con violaciones al debido proceso y a derechos humanos”, señaló Eduardo Buscaglia, catedrático de la Universidad de Columbia.
Estas reuniones, ocurridas entre 2000 y 2012, se habrían realizado sin la presencia de alguna autoridad mexicana y sin informar al gobierno de México.
En algunas ocasiones los agentes de la DEA o el gobierno de Estados Unidos proporcionaron datos obtenidos de esas reuniones al gobierno de México para que los policías o militares mexicanos realizaran detenciones. En el sexenio de Calderón, 12 de las importantes detenciones de narcotraficantes fueron producto de la DEA.