EN APOYO A MIS HERMANOS MEXICANOS QUE ESTÁN EN LA LUCHA EN ESPECIAL A MICHOACAN,,,,,, ESTO VA PARA EL EJERCITO MEXICANO; Querido Ejercito Mexicano Desleal e infiel:
Te escribo esta carta para recordarte que tu deber es defender al Pueblo no al Gobierno.
Te recuerdo que es el pueblo quien manda (por lo menos es lo que dice nuestra carta magna y a quien no le guste puede irse buscando otro país).
Quiero exhibir públicamente tu falta de capacidad mental, porque gracias a ti y a tu poca valentía nos hemos llenado de corrupción e injusticia y tus manos están manchadas con la sangre de inocentes.
Deseo hacer de tu conocimiento que cargar un arma y dispararla es fácil, hay niños en el continente Africano que las usan y quizás mejor que tú. Pero luchar por los principios de igualdad, libertad, justicia y paz, para eso se necesitan los pantalones que ustedes no tienen.
Me gustaría mucho que pudieran defendernos de nuestros enemigos, que se supone que para eso se les paga, Sin embargo, ya no sabemos a quién temer, si a los narcos, o a los ustedes pues no existe diferencia alguna entre carteles del gobierno o carteles del narcotráfico.
Ustedes mis queridos fornicadores de la patria y de la bandera, que luchan contra aquellos que no pueden defenderse, solo serán exaltados por la televisión que paga el gobierno para lavar nuestros cerebros, pero tienen que saber que el pueblo Mexicano no puede ver nada de heroico en ustedes.
Si realmente defendieran la patria, ya hubieran arrestado por traición a cientos de diputados que están metidos en el narcotráfico. Pero en fin, reitero que para eso se necesita cerebro y valor. A veces cuando veo la bandera puedo ver a la serpiente devorando al águila y todo gracias a ustedes.
En fin la próxima vez que vayas a luchar por los intereses de los más ricos y por los narcotraficantes pregúntate si te gustaría ver a tu familia luchando por lo que verdaderamente es justo, junto a nosotros y contra ti. Pregúntate si ellos estarían orgullosos de ti. Pregúntate si algún otro soldado que lo vea alzarse contra él, le tendría piedad, si comprendería su indignación, su lucha.
Me despido de ustedes no sin antes rogar por que abran sus ojos y tengan un poco de capacidad intelectual para poder razonar y decidir si las órdenes que obedecen son buenas o malas, antes de matar. Piensen, por lo que más quieran, piensen.