Las autoridades de México han encontrado evidencia de una alianza entre los Caballeros Templarios y la Organización de los Beltrán Leyva (OBL), lo que marca un cambio de dirección para ambos grupos.
Agentes de los dos grupos se reunieron en Ciudad de México en enero, y fueron arrestados por infantes de marina mexicanos. Las reuniones tenían como objetivo la consolidación de un acuerdo en el cual la Organización Beltran Leyva ayudaría a los Caballeros Templarios a mantener el control de Michoacán.
Las reuniones se producen en un momento particularmente peligroso para los Caballeros. Su actual conflicto con los grupos locales de autodefensas, en el que los Caballeros han recurrido a realizar ataques de tipo insurgente, ha puesto al grupo en el foco de atención de la seguridad pública del país. El gobierno federal ha inundado la zona con tropas, tanto en un esfuerzo por revertir el deterioro del Estado que provocó la creación de grupos de autodefensa, como para combatir las operaciones de los Caballeros.
La entrada a Michoacán representaría un cambio en el patrón de operaciones de la Organizacion Beltran Leyva. Desde su separación en 2008 del Cartel de Sinaloa, el grupo ha desarrollado un archipiélago de territorios en las regiones del sur y el occidente de México. Pero pese a que se ha mantenido activo en Morelos, Guerrero y partes de Sinaloa, Michoacán representa una nueva frontera (Vea abajo el cuadro abreviado sobre la estructura organizacional de la Organización Beltran Leyva; fuente: El Tesoro de Estados Unidos).
La disposición de los Caballeros de dirigirse a una organización de afuera de Michoacán –cuando las creencias básicas de los Caballeros están basadas en que ellos son un grupo de y para Michoacán- sugiere que los últimos acontecimientos en su región de origen les ha causado problemas. Esta conclusión encaja con la idea de que el grupo ha recurrido al bombardeo de centrales eléctricas, y a esencialmente atacar de forma masiva la calidad de vida de la población, porque se encuentra en una situación desesperada. Esto es, las medidas extremas, que no tienen fines de lucro directos, son señal de un grupo que se tambalea sin un propósito estratégico claro.
Análisis de InSight Crime
Como se mencionó anteriormente, las autoridades mexicanas reportaron que, para los Caballeros, el objetivo del acuerdo es importar personal suficiente que les permita mantener algún tipo de control sobre Michoacán, donde se están viendo presionados, tanto por lo grupos de autodefensa como por la entrada de las tropas federales. Si ésta es una evaluación acertada de las intenciones del grupo, entonces es una iniciativa cuestionable por dos razones relacionadas. Primero, la Organización Beltran Leyva no tiene una gran cantidad de territorios en su poder, así como tampoco es conocida por tener una gran cantidad de soldados rasos. Si los Caballeros ven en la afluencia de personal, una forma de salir de su crisis actual, podrían haber elegido un mejor aliado.
Segundo, independientemente del nuevo aliado, los números están alineados en contra de los Caballeros. Como dijo en una entrevista recientemente el líder de las autodefensas ,José Manuel Mireles, “[Los lugareños de una población no revelada] hicieron cuentas de cómo 25.000 habitantes del municipio podían enfrentar a 90 narcos bien armados que los tenían en jaque.” La superioridad numérica es tan abrumadora que el hecho de que sean 90 o 200 no es de gran importancia; el factor clave es que los lugareños han decidido enfrentarse al grupo criminal mediante la fuerza de forma masiva.
Es decir, cualquier grupo de ciudadanos que esté unido al gobierno, y esté determinado a expulsar los elementos criminales, es esencialmente capaz de hacerlo. Los agentes del crimen organizado siempre son una minoría numérica que comercian con el miedo (de la población civil) y la corrupción (del Estado) para imponer su voluntad. Un par de hombres armados extra pueden hacer una diferencia marginal en ayudar a los Caballeros a mantener su poder sobre sus feudos, pero es poco probable que cualquier alianza, por sí misma, cambie los cálculos actuales y haga retroceder a las fuerzas desplegadas contra ellos.
El último informe también es interesante en cuanto a lo que muestra sobre el modus operandi de la Organización Beltran Leyva, en el curso de los últimos años, tras su separación del Cartel de Sinaloa y la muerte de su antiguo líder en 2009, Arturo Beltrán Leyva. Estos eventos han reducido la fortaleza del grupo, y han causado la aparentemente interminable serie de grupos disidentes, que se desprendieron de la Organización Beltran Leyva.
Sin embargo, bajo el liderazgo del hermano de Arturo, Héctor Beltrán Leyva, alias “el H”, el grupo ha conservado su importancia en gran parte del país. Esto a menudo lo ha hecho por medio de alianzas con otros grupos que, o están contra las cuerdas, o son enemigos del Cartel de Sinaloa, o ambos. Parcialmente, es como resultado de ésta estrategia que el grupo mantiene su presencia en tantas regiones importantes en el país. En particular, su alianza con los Zetas y el Cartel de Juárez ha permitido a la Organización Beltran Leyva operar en, e incluso controlar, partes significativas de Sinaloa, pese a que éste es el estado natal de su principal rival. De hecho, según un reciente informe del gobierno de Estados Unidos, la Organización Beltran Leyva no sólo está sobreviviendo sino que incluso está creciendo.
Vale la pena destacar que la estrategia de la Organización Beltran Leyva está disponible para cualquier grupo que esté enfrentándose a un periodo de declive; de hecho, esto es precisamente lo que los Caballeros Templarios están haciendo actualmente, y lo que otros grupos han hecho en el pasado. Esto ayuda a explicar por qué la desaparición definitiva de cualquier grupo poderoso, incluso con la firme oposición de varios enemigos en el gobierno y en el mundo criminal, es tan difícil. Siempre que un grupo tenga conexiones, armas, dinero y personal, puede encontrar un apoyo en algún lado.