El general Moisés Melo García tuvo balas, muertos —incluso con uniforme verde olivo—, y episodios de escándalo, a su paso por la novena Zona y Tercera Región Militar, con sede en esta entidad. Sus esfuerzos en el terreno de las relaciones públicas, sobre todo con los medios, no evitaron que fuera cuestionado por su proceder y el de la tropa, en su desempeño en Sinaloa.
Apenas llegó a la comandancia de la novena Zona Militar, en Culiacán, en diciembre de 2010, convocó a los reporteros que cubren la fuente y a corresponsales de medios nacionales. Su objetivo era ponerse a las órdenes de los comunicadores, conocerlos y ofrecerles apertura informativa y todo el apoyo para facilitar sus labores.
“Quiero que sepan que la novena Zona es su casa y estaremos en comunicación”, fue una de sus primeras declaraciones públicas, en aquel diciembre.
Fue en febrero y día 13, pero de 2011, cuando tuvo su bienvenida: un comando militar atacó a balazos a varios jóvenes que iban en un automóvil tipo Sentra y una camioneta blanca Lobo. el ataque fue un error, admitieron luego. el saldo fue de varios civiles heridos, una de ellas de gravedad, de nombre Leslie Abigail Escobedo Niebla, quien entonces tenía 17 años y ahora, casi tres años después, sigue en silla de ruedas y no ha logrado caminar, debido al balazo que recibió en la cabeza a manos de los soldados.
Sangre y destierro
En enero de 2012, un grupo armado mató a tres elementos del Ejército Mexicano en Guasave. Pero lo fuerte vino poco después, en las montañas de la Sierra Madre Occidental.
En la sierra de Choix, la región ubicada en los límites con Chihuahua se vio manchada por la violencia de los grupos criminales ligados al narcotráfico. Versiones extraoficiales señalaron que los protagonistas de estas refriegas fueron células del Cártel de Sinaloa y de los Beltrán Leyva-Zetas-Carrillo Fuentes.
Algunos medios publicaron que el saldo era de decenas de muertos, todos ellos civiles, aunque hubo quienes aseguraron que las víctimas —mujeres y niños entre ellos, debido a que los ataques incluyeron comunidades— sumaban alrededor de 50, como el entonces alcalde Eleazar Rubio, en abril de 2012.
Los militares, al mando del general Melo García, acudieron a la zona y realizaron un fuerte operativo por tierra y aire. Fuentes cercanas a estas acciones señalaron que los comandos del grupo Beltrán Leyva-Zetas-Carrillo Fuentes huyeron a Chihuahua y luego bajaron por la región del municipio de Sinaloa y después por estación Bamoa, en el municipio de guasave, donde ya eran esperados por la fuerza castrense.
El 2 de mayo de ese año, murieron luego de una cruenta batalla alrededor de 10 pistoleros de este grupo criminal y dos elementos del ejército. Con esta y otras acciones militares comandadas por el general Moisés Melo, fue evidente su incorporación a la estrategia policíaca del gobernador Mario López Valdez, de combatir a los enemigos del Cártel de Sinaloa, enclavados sobre todo en los municipios del norte de la entidad: de guasave para arriba.
Frank, el escolta del gobernador
El mando castrense fue entrevistado luego de la aparición de dos videos donde Frank armenta espinoza, entonces escolta del gobernador y muerto a balazos el 9 de agosto de 2013, aseguró que el mandatario estatal y sus principales jefes policiacos —entre ellos Jesús Antonio Aguilar Íñiguez, director de la Ministerial del Estado— operan para proteger a la organización criminal de Ismael Zambada García, el Mayo, y Joaquín Guzmán Loera, el Chapo.
En uno de los videos, difundidos, se menciona al general. acostumbrado a evadir las preguntas de los reporteros y a responder a medias, el jefe militar contestó: “no tengo nada que opinar al respecto, no es problema mío, es de ellos”.
—¿Nada? ¿Aunque en el video se escucha su voz? —nada. no tengo nada que opinar de eso.
El Évora se cuece aparte
Otro caso fue la colisión entre Iván Gastélum Medina, el Cholo, jefe de una célula de sicarios del Cártel de Sinaloa que opera en los municipios de Angostura, Salvador Alvarado y Mocorito, y el ejército. Su novia, María Susana Flores, reina de un certamen de belleza de es año, fue muerta a balazos en noviembre de 2012 en el Palmar de los Leal, cuando Gastélum y la joven eran perseguidos por militares.
El Cholo acusó al general Felipe Gurrola, jefe militar de esa región de Sinaloa, de trabajar para Fausto Isidro Meza Flores, el Chapo Isidro, enemigo del Cártel de Sinaloa y heredero de la organización criminal de los Beltrán Leyva en Guasave, Sinaloa y otros municipios.
Gastélum, a través de decenas de mantas que colocó en Mocorito, Culiacán y Guamúchil, pidió la intervención de los mandos militares, específicamente del general Melo García, y el castigo de Gurrola. En respuesta, helicópteros de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) repartieron en esta ciudad capital y en Guamúchil, volantes acusando al Cholo de asesino y secuestrador. El general, por supuesto, negó que ellos hayan enviado los helicópteros.
“Un exceso”
En marzo de 2013, en la colonia 10 de mayo de Mazatlán, elementos de la policía municipal asesinaron a dos soldados adscritos a la Tercera Región Militar durante una persecución. Fue un escándalo porque los mismos agentes reconocieron que dispararon sin dar oportunidad de que se rindieran.
Melo García calificó como un exceso la muerte de sus hombres. Los agentes habían disparado en al menos cien ocasiones contra los militares, quienes iban en un vehículo particular.
“Consideramos que se excedieron (los policías)”, dijo, luego de exigir el esclarecimiento del caso y castigo a los responsables. Días después chocaba copas con el entonces alcalde alejandro Higuera y con el gobernador Mario López Valdez.