El grupo delictivo conocido como Barrio Azteca obtiene miles de dólares mensuales del cobro de cuotas a negocios establecidos como restaurantes, tiendas de abarrotes y licorerías del área metropolitana de El Paso, que incluye este condado y porciones de Nuevo México.
Asimismo, investigadores federales señalan que ejerce control y extorsiona a los vendedores de artículos ‘piratas’ en la región.
Dado que se trata de una organización delictiva binacional, el dinero recaudado en territorio norteamericano es enviado a los líderes en Juárez para pagar automóviles, armas, droga e incluso abogados.
Según revelaron documentos expuestos durante el juicio en contra de Arturo Gallegos Castrellón, acusado del homicidio en Ciudad Juárez de tres personas relacionadas al Consulado de Estados Unidos, la pandilla binacional mantiene activa la extorsión en este lado de la frontera.
Durante el quinto día del juicio a Gallegos Castrellón, la Fiscalía mostró libretas con las cantidades que cobra esta organización en zonas como el Este, Oeste, Centro y Noreste del Paso, así como en Fabens y otros poblados del Valle Bajo. También registran actividad en Chaparral, Nuevo México.
Las autoridades que acusan a Gallegos Castrellón de los tres homicidios en marzo de 2010, mostraron además los nombres y tarjetas de algunos negocios que pagan extorsión al Barrio Azteca.
Durante el segundo día del testimonio de Gualberto Márquez, alias “Bird”, un ex miembro de la organización criminal, se le preguntó si las cantidades de extorsión del año 2011 expuestas en esa libreta asimilaban lo que se sigue cobrando hoy en día.
“Si señor, son similares”, respondió el testigo.
En una de las libretas decomisadas por agentes del FBI en 2013 se muestran las cantidades de mil 100 dólares, seguida de la palabra Fabens; 141 en Socorro; 200 en el lado Oeste; 220 en el área Central; 250 del Valle Bajo; 310 en Chaparral, Nuevo México y 425 del Segundo Barrio. Según el testimonio de Márquez, estas corresponden a las cantidades de dinero en dólares obtenidas en una semana en cada zona marcada.
Dentro de los negocios que se exhibieron en el juicio se encuentran restaurantes, pequeños negocios de venta de menudo, empresas de paquetería, licorería, entre otros, de los cuales se reserva el nombre por seguridad de sus propietarios.
Márquez explicó ante la Fiscalía que el dinero recopilado por los miembros del Barrio Azteca aquí es enviado a los líderes en Ciudad Juárez para el pago de automóviles, armas, droga e incluso abogados para los miembros de la organización que sean arrestados.
Investigaciones de la División de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI), el brazo indagatorio de la Oficina de Aplicación de las Leyes de Inmigración y Aduanas (ICE), han advertido que la misma organización criminal mantiene activa una cobra de extorsión a los vendedores de artículos falsificados en El Paso.
“Nuestra información nos indica que en esta área, Barrio Azteca es la encargada de cobrar la cuota para permitirles a los vendedores ‘piratas’ operar”, indicó en 2013 Oscar Hagelseib, agente especial HIS en El Paso.
En 2009 parte de esta cuota fue destinada a abastecer de armas al Barrio Azteca en Ciudad Juárez durante los años más violentos.
De acuerdo con el testimonio de Gualberto Márquez, alias ‘Bird’, la orden del reforzamiento de armas ocurrió en el 2009 y en alianza con el Cártel de Juárez durante la guerra territorial que enfrentaban con otra organización delictiva, la denominada Federación o Cártel de Sinaloa.
Previamente, Márquez se declaró culpable en el 2010 bajo cargos de distribución de cocaína en relación a un grupo delictivo que vendía droga en el Noreste de El Paso.