En Estados Unidos le dicen “peace maker” (pacificador),en México es el “Azul” (por su color de piel oscura), pero ambos países coinciden en una cosa: Juan José Esparragoza Moreno es un mediador hábil y carismático.
Contrario al “Chapo” Guzmán, Esparragoza no creció en la pobreza. Su padre era un ganadero que lo sobreprotegía y le dejó una fortuna de 50 millones de pesos tras su muerte. Pero el “Azul” tenía otros planes para su vida.
De 1.77 metros de altura, el “Azul” se integró a la Dirección Federal de Seguridad, la policía política de la época. Como agente conoció a Miguel Ángel Félix Gallardo, quien vio potencial en él y lo reclutó. Desde ahí comenzó su historia en el narcotráfico. El “Azul” lo mismo trabajó con Caro Quintero que con Amado Carrillo o los hermanos Arellano Félix. Actualmente es líder del cártel de Sinaloa.
“Fue el hombre de las relaciones públicas del cártel de Guadalajara: hábil para hablar y para moverse, se le consideraba indispensable en la mafia”, describió Juan Pablo de Tavira, ex director de Almoloya de Juárez en su libro ¿Por qué Almoloya? También es considerado el cerebro de las reuniones del crimen organizado, en donde no sólo intentaba que la violencia no se disparara en el país, sino que también dividía el territorio para evitar enfrentamientos entre los distintos cárteles.