Culiacán— Tras la captura de Joaquín El Chapo Guzmán, el pasado 22 de febrero, la Procuraduría General de Justicia (PGJ) de Sinaloa inició una “limpia” en sus filas para detectar a posibles infiltrados de la delincuencia organizada. Y ya ubicó al primero.
De acuerdo con información difundida por el diario Noroeste, un empleado del área administrativa fungía como “halcón” y pasaba información a un grupo criminal sobre las labores de la dependencia.
El procurador Marco Antonio Higuera Gómez detalló que el trabajador, a quien ya se inició una averiguación previa, enviaba fotografías o llamaba vía telefónica a los miembros de un grupo delincuencial, del que no dio el nombre.
Esa persona, dijo, se encuentra suspendida mientras se realiza la investigación y continúan las indagatorias para detectar más “halcones” infiltrados en la fiscalía.
“Hay otros procedimientos en camino, inclusive de personas que utilizan sus celulares para tomar fotografías o para hacer llamadas y realizar conductas que son las que ustedes identifican como halcones”.
Según Higuera Gómez, eso también se está dando entre servidores públicos “y ya estamos integrando una averiguación previa por eso. Tenemos uno que es reciente”, expresó.
El funcionario estatal precisó que de 2010 a la fecha, la contraloría interna de la PGJ ha sancionado a 399 servidores públicos —entre agentes de la Policía Ministerial del estado, agentes del Ministerio Público, peritos y personal administrativo—, de los cuales 67 han sido destituidos.
Las causas de las sanciones, abundó, son normalmente por retener garantías cuando se otorga libertad caucional, por retirar recursos de apelación, por dilación prolongada en la integración de averiguaciones previas o por no poner a disposición del Ministerio Público los objetos o armas aseguradas.