Desde julio de 2012, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos difundió una lista en la que enumeró algunas empresas del capo Juan José Esparragoza, El Azul, en municipios de la zona metropolitana de Guadalajara; al año siguiente, poco antes de que fuera liberado Rafael Caro Quintero, habló de las compañías del jefe del desaparecido Cártel de Guadalajara, y el mes pasado se refirió de nueva cuenta al imperio del Azul y sus negocios que, hasta la semana pasada, seguían operando.
GUADALAJARA, Jal.- En la lista difundida el pasado 27 de febrero por la Oficina de Control de Bienes de Extranjeros, adscrita al Departamento del Tesoro de Estados Unidos enumera las empresas vinculadas al narcotraficante Juan José Esparragoza Moreno, El Azul, uno de los lugartenientes de Joaquín El Chapo Guzmán, en varios municipios jaliscienses.
Entre las compañías señaladas destacan Agrícola y Ganadera Cuemir, que firmó un convenio con la Universidad de Guadalajara (UdeG) en 2007 e incluso donó a la institución “un trío de avestruces”, con el propósito de que la institución universitaria elaborara “una crema con base en el aceite de avestruz”, y la Cooperativa de Avestruz Cuemir.
Esta última incluso fue beneficiada por la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), con un estímulo económico de 2 millones 579 mil 656 pesos como parte de un proyecto productivo.
Según el comunicado difundido por el gobierno estadunidense, las dos empresas están ubicadas en Tlajomulco de Zúñiga y se dedican a la cría de avestruces y de caballos de la raza frisian. Una tercera, la Casa de Empeño Guadalajara, cuyo nombre comercial es Empeños Prestafácil y Prenda Todo (Casa de Empeño Prenda Todo), opera en la capital tapatía.
Esas firmas presuntamente vinculadas con narcotraficantes han encontrado en el área metropolitana de Guadalajara un lugar ideal para operar sin ser molestadas por las autoridades federales, a las cuales compete directamente la investigación y seguimiento de los delitos del crimen organizado.
Por ello llama la atención que sea el Departamento del Tesoro de Estados Unidos el encargado de localizar y publicar, desde 2012, la lista de empresas de los capos del Cártel de Sinaloa en Jalisco, en particular las de Esparragoza Moreno.
A mediados de 2013, la misma dependencia estadunidense localizó empresas de Rafael Caro Quintero, dos meses antes de que el capo del antiguo Cártel de Guadalajara saliera de prisión, la madrugada del 29 de agosto de ese año, hace precisamente siete meses.
La empresas fachada que “lavan” dinero para Caro Quintero y la organización sinaloense incluyen inmobiliarias, casas de cambio, comercializadoras, hoteles, así como centros de masaje y relajamiento, entre otros giros, y se ubican principalmente en los municipios de Guadalajara, Tlajomulco y Zapopan.
Hasta el cierre de edición, ninguna de las dos compañías mencionadas por el Departamento del Tesoro el mes pasado había sido intervenida.
El gobierno de Estados Unidos también señaló a Hugo Cuéllar Hurtado, de nacionalidad mexicana y colombiana, “debido a su apoyo material en las actividades de narcotráfico del Cártel de Sinaloa, y a uno de sus líderes: Juan José Esparragoza Moreno”.
Cuéllar Hurtado es uno de los operadores de la organización sinaloense en Colombia. Y aunque se presenta como un hombre de negocios, señala el documento, en empresas que van desde la cría de avestruces hasta las casas de empeño, en realidad lleva décadas dedicado al tráfico ilícito de drogas.
Empezó a enviar cocaína del cártel de Medellín a Estados Unidos. “A finales de los noventa, Cuéllar incluso radicó un tiempo en México y empezó a suministrar cocaína al Cártel de Sinaloa”.
El gobierno estadunidense señaló también a otros miembros de la familia de Cuéllar Hurtado, entre ellos su esposa, sus hijos y su nuera.
Cuéllar Hurtado maneja las empresas del Cártel de Sinaloa, incluida Agrícola y Ganadera Cuemir, que firmó una carta de intención para acuerdos de colaboración con el Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (CUCBA) de la UdeG en 2007 para iniciar un protocolo de elaboración de una crema a base de aceite de avestruz.
Según el Boletín Integración de la Universidad de Guadalajara, el entonces rector del CUCBA, Juan de Jesús Taylor, y Cuéllar Hurtado, en su calidad de director general de Agrícola y Ganadera Cuemir, firmaron el acuerdo. Incluso se tomaron la foto del recuerdo.
El operador del Azul ofreció todo su apoyo a la UdeG para la crianza del avestruz en el CUCBA. Hoy, Taylor es director de la División de Ciencias Veterinarias del CUCBA.
Por lo que atañe al incentivo a la Cooperativa de Avestruz Cuemir de 2 millones 579 mil 656 pesos, éste fue otorgado por la Sagarpa a través del Fideicomiso de Riesgo Compartido (Firco) con la clave TIF-JAL-11-000007 para el proyecto Modernización de Instalaciones para Obtener Certificación TIF.
A su vez Agrícola y Ganadera Cuemir solicitó recursos públicos en 2013 para corrales de cría y engorda, tríos reproductores de avestruz, para obra civil y para la instalación de un centro de incubación.
Narcoempresas por todos lados
Hasta la semana pasada, las empresas del Cártel de Sinaloa y las que presumiblemente pertenecen a la familia de Rafael Caro Quintero siguen operando en el área metropolitana.
La primera lista de empresas de Esparragoza Moreno –difundida por el Departamento del Tesoro a finales de julio de 2012– incluye a Grupo Cinjab, dedicado a la comercialización y promoción del desarrollo inmobiliario Provenza Residencial; La Tijera, que es un parque industrial; Grupo Impergoza, y Provenza Center.
Asimismo, incluyó en su lista de narcotraficantes –la Kingpin Act– a Esparragoza Moreno, uno de los líderes del Cártel de Sinaloa, y a nueve empresas y colaboradores vinculados a él. Según el Departamento del Tesoro, la red de negocios es administrada por socios del capo y cuatro de sus hijos y dos de sus cónyuges.
Una de ellas, María Guadalupe Gastelum Payán, según informó la dependencia estadunidense en un comunicado de prensa el 27 de julio de aquel año, era “testaferro” en el caso del fraccionamiento Provenza Residencial y en el centro comercial Provenza Center.
Todas ellas están en Tlajomulco. Provenza Residencial, por ejemplo, es un conjunto de casas de lujo que Grupo Cinjab construyó en julio de 2008. Aún sigue en operación.
Por lo que atañe a Caro Quintero, se consolidó aquí desde mucho antes. Durante años ha utilizado “su red familiar y a testaferros” para invertir su fortuna en empresas “ostensiblemente legítimas” y “proyectos inmobiliarios en la ciudad de Guadalajara”, expuso el Departamento del Tesoro en un comunicado difundido el 12 de junio de 2013, semanas antes de que el capo recuperara su libertad.
El gobierno estadunidense también identificó a seis familiares de Caro Quintero como sus cómplices en la operación de los negocios como la gasolinera ECE Energéticos; El Baño de María, que vende productos sanitarios y de belleza; Pronto Shoes (CX-Shoes), y Hacienda Las Limas, un centro turístico con spa.
La lista incluyó a Grupo Fracsa, del ramo de la construcción, Restaurant Bar Los Andariegos (restaurante Barbaresco) y Piscilanea (Albercas y Tinas Barcelona). Esta empresa cambió de razón social y hoy se denomina Piscinas Olympia.
En su edición del 30 de septiembre de 2013, el periódico El Universal informó que la inmobiliaria Grupo Fracsa construyó el conjunto habitacional de lujo La Reserva-Zotogrande en Zapopan, Jalisco, diseñado por el despacho J. Francisco Serrano. El proyecto se inició en 2005, cuando era presidente municipal Arturo Zamora Jiménez, actual secretario general de Gobierno.
Cada departamento cuesta entre 10 y 12 millones de pesos. El conjunto consta de cuatro torres de 12 pisos y cada departamento mide 360 metros cuadrados. Agentes inmobiliarios consultados por este semanario confirmaron que aún hay departamentos en venta.
Según el diario, clientes famosos como los futbolistas Rafael Márquez y Adolfo El Bofo Bautista adquirieron departamentos en La Reserva-Zotogrande.