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¿Que tuvo que ver "El Chapo" con la muerte de Colosio?, parte 2

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CUANDO LA PINTURA SIRVE PARA ESCRIBIR 

La otra actividad ocupacional que Mario Aburto Martínez realizó con más constancia en sus primeros años de reclusión fue la pintura. A las clases de música –donde aprendió a tocar guitarra y cantar corridos- dejó de asistir a los dos años de ingresar al Cefereso. Al cine-debate fue de manera esporádica. A las obras del taller mecánico no se adaptó porque no le permitieron utilizar el torno con el alegato que sus manos eran lentas y hasta torpes (él le escribió una carta a la directora, pero la respuesta fue negativa). 

Los especialistas analizaron 32 dibujos y pinturas. Mario Aburto eligió como temas, los religiosos, los paisajes, los bodegones, dos retratos de hombre, dos autorretratos y bustos de mujeres o mujeres completas. Al analizar sus trazos, los especialistas no encontraron datos que reforzaran los aspectos psicóticos de personalidad, atribuidos a su ser poco después de su detención. Reconocieron “psiconeurosis mixta” que significa obsesión, histrionismo, depresión y quizá, hipocondria. 

Al final, quedó asentado que Mario Aburto Martínez vive enojado, a disgusto con la sociedad, con sus circunstancias, consigo mismo, que se opone a todo, que se contradice y que detesta su insatisfacción. Refirieron que mostraba regresiones frecuentes que quizá coincidían con las experiencias cuajadas en la impotencia para lograr la defensa y que esa, al parecer, era el área más afectada de su vida. 

Si se toma en cuenta la opinión del tallerista y que cada cuadro y dibujo que hizo entre 1994 y el 2000, tiene palabras escritas detrás o en un margen, lo que al interno le interesaba, en realidad, era la escritura. 

En 1997, el responsable de la clase de Pintura, indicó que el interno no hacía los dibujos frente a los demás compañeros por temor a equivocarse pues no aceptaba nada que pudiera ridiculizarlo. En la selección de colores, no usaba el negro porque para él significaba depresión. También prescindía del rojo que era agresión. Sólo usaba colores pastel. 

Un año después, el tallerista de pintura dijo que Mario Aburto Martínez tenía errores de perspectiva y manejo de línea, y volvió a decir que no aceptaba errores. “Cuando se le corrige asume una actitud de enojo, se molesta y dice que a él, nadie le enseñó nada”. Dijo el profesor de Pintura que Aburto era muy detallista en lo que pintaba, pero ese año -1998- evitaba el amarillo porque le causaba mareos. 

“Mario tiene facilidad para dibujar, no así para la conceptualización de la idea; también se le dificulta el manejo con los colores, prefiere los suaves que para él representan tranquilidad, no utiliza el contraste, sus tonos los mantiene en una monocromía y dice que el color amarillo lo bloquea”, expuso el profesor ante elementos de la Subprocuraduría de los trazos de Aburto. 

Hay dos dibujos que a la Subprocuraduría le parecieron importantes en la elaboración del expediente. En uno aparecen dos niñas, una de las cuales es su hermanita, según dijo. El otro fue un autorretrato en óleo con acuarela donde se encuentra sentado con un símbolo patrio. En realidad, el tallerista le explicó a los psicólogos que no se trataba de ninguna alusión ideológica. La idea era dibujar a Venustiano Carranza o Benito Juárez, pero como no le iban a salir bien, le pareció una falta de respeto y prefirió dibujarse él. 

Aunque, según el informe, la pintura ha estado en sus preferencias para ocuparse, Mario Aburto tuvo uno de esos enojos que a través de estas dos décadas se le han atribuido en los perfiles psicológicos dados a conocer por la PGR. Presentó sus trabajos en una exposición, pero dado que no le compraron, se molestó y expresó que jamás volvería a participar. Una de las cosas que dijo es que le parecía morboso exponer su obra. 

En 2000, Mario Aburto le vendió algunos de sus trabajos a la encargada de la actividad de cine-debate en 600 pesos. De esa cantidad, gastó 254 pesos en artículos para manualidades (pinceles y pinturas). Ese mismo año se realizó una Expo Venta en Toluca donde Mario Aburto se animó a exponer de nuevo. 

PERFIL INASIBLE, SÓLO POSIBLE POR SUS PALABRAS 

Con Mario Aburto Martínez se siguió una psicoterapia con temática libre, que durante los primeros años se mantuvo en un nivel superficial, dado que el interno pidió cambio de psicólogos varias veces y se mostró callado. En el informe sobre su caso, se reconoce que hasta el 2000, los profesionales de la conducta no habían podido penetrar al nivel inconsciente. 

Los psicólogos jamás se han retractado del diagnóstico de transtorno narcisista de la personalidad de Mario Aburto Martínez. En 1998, ampliaron el diagnóstico con un transtorno paranoide, para lo cual, consideraron que el interno debía ser evaluado en el contexto de la realidad que vivía. Aburto reaccionaba al encierro con un mecanismo de defensa. 

Si se toma en cuenta el número de visitas de Aburto Martínez en los primeros años de su prisión, puede decirse que fue un hombre con muy poco contacto con el exterior. Entre 1995 y 1996, lo visitaron su abogado, Héctor Sergio Pérez Vargas 16 veces; su defensor legal provisional, José Clemente Navarro Marqués cuatro veces y el médico Jorge Mancillas Treviño, dos veces. También estuvo María Luisa Martínez Pinones, su madre, sólo una vez, el 19 de abril de 1994. Acudió, por su parte, la religiosa Mary Antonia Brenner en un par de ocasiones, en 1994 y otra en 1998. Una cuñada, Alma Elizabeth Aburto, estuvo dos veces, en 1996. Y además está el registro de una amiga, Irma Guerrero Magaña, en 1996, según datos de la PGR. 

Esa instancia se negó a brindar información a la solicitud de un ciudadano para conocer las visitas que Mario Aburto ha recibido en el penal de Puente Grande, Jalisco –a donde fue trasladado- ni en el de Tabasco, donde su familia ha dicho que se encuentra ahora.


Escrito que aparece al reverso de la pintura Núm. 1 (Paisaje) elaborado por Mario Aburto

 Martínez 

Empece a tratar de pintar para recordar como es un ce- rro, el campo, los arboles, los animalitos, el agua, las plantas, las piedras; el cielo, las nubes, el sol, y todo cuanto hay en la vida; esto por que en las condiciones en que se me tiene esta provocando que me olvide de muchas cosas. 

Con los pocos medios a mi alcanse trate de imaginar- me ésta esena campirana, añorando volver a ver lo que ahora se me tiene proivido por la corrupción imperan- te. Una vez alguien dijo: “¿En que país no se ha visto a personas buenas víctimas de los malvados?”. Pues aho- ra que me han acusado de un delito que nunca cometi y me agarraron de chivo expiatorio, también hoy digó que: a esa gente corrupta sus propios herrores e injusti- cias les harán pagar. 

Antes estaba perfectamente bien de todas mis faculta- des y ahora ya empece a olvidar muchisimas cosas y em- pieso a sentir las repercusiones de las torturas fisicas y psicologicas a las que he sido sometido. Sólo les pido que sean y traten de ser fuertes como yo, para no so- cumbir ante gentes tan malvadas, sin escrupulos y co- rruptas. Pero ante las advercidades no hay que perder la ecuanimidad y tratemos de ver las cosas con más op- timismo, sé que es dificil pero intentemoslo. Por lo pron- to resivan saludos y abrazos, y todo mi cariño Los Quiere: 

Mario A. Mt 



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