Jesús Lemus Barajas, periodista michoacano, documentó las prácticas caníbales de "Los Zetas" mientras estuvo preso en el penal de Puente Grande, Jalisco, el también escritor del libro "Los Malditos", no descarta la posibilidad de que "Los Templarios", cuyos principales jefes fueron adiestrados por los de la "última letra", como se conoce al grupo delictivos fundado por Heriberto Lazcano también utilicen estos ritos.
"El Lazca se comia a sus enemigos, antes de ejecutarlo lo manda a que se bañe a conciencia, incluso que se rasure todo el cuerpo, y lo deja que se desestrese por dos o tres horas, hasta les daba una botella de whisky para que se relaje mejor, depues ordena su muerte en forma rápida para que no haya segregacion de adrenalina y la carne no se ponga amarga ni dura, la preparan en tamales y cocida en limon como si fuera carne tartara, los gluteo y el chamorrro son los que utilizan para hacer los bisteces"
Ellos aseguraban que comían carne humana para iniciar a los nuevos grupos para las personas que se integraban a ellos como sicarios y era como un acto de perder el miedo al terror y fortalecer la conciencia de grupo", señaló.
Además de la carne humana, las creencias de los integrantes de los cárteles es elaborar amuletos para brindarles poder en sus actividades delictivas.
Los huesos de la columna vertebral eran utilizados como amuletos para hacerse invisibles o inmortales, esa es la creencia de ellos", sostuvo.
Las víctimas según el periodista, no eran elegidas por cubrir ciertas particularidades, en ocasiones a los sicarios que cometían algún error también los sacrificaban.
Lo que se contaban adentro de la cárcel es que quienes eran las víctimas a sacrificar podían ser iguales un miembro del grupo que fallaba o alguien detenido", afirmó.
En Michoacán recientemente fue desmantelada parte de una célula de Los Caballeros Templarios presuntamente dedicada al tráfico de órganos.