“La DEA no quiere que termine la guerra contra las drogas”, dijo Nelson cuando le preguntaron sobre una posible conexión entre el odio de la agencia hacia la mariguana legal y sus amigos de Sinaloa. “Si se termina, no obtienen sus juguetes ni su financiamiento. Una vez que se termine ya no van a tener la misma clase de influencia en el gobierno extranjero [de México]. No es una teoría de conspiración pero, si el río suena es porque agua lleva”.
El Cártel de Sinaloa se hizo famoso en Estados Unidos cuando salió a la luz el escándalo Rápido y furioso, en el que se demostró que agentes de la DEA ignoraban los embarques de drogas del Cártel de Sinaloa y básicamente concedían inmunidad a los narcotraficantes a cambio de información.
La relación de una década entre el Cártel de Sinaloa y la DEA fue detallada en el testimonio ante el tribunal de Jesús Vicente Zambada Niebla, también conocido como El Vicentillo. El Vicentillo, hijo del líder de Sinaloa Ismael El Mayo Zambada, dijo al tribunal de Chicago que los agentes de la DEA le ofrecieron tratos a cambio de que delatara a los cárteles rivales y a los capos colombianos.
Además, el abogado del cártel de Sinaloa, Humberto Loya Castro, dijo que los agentes de la DEA prometieron no procesar a Joaquín El Chapo Guzmán Loera, cuyo arresto polémico a principios de año realizado por las autoridades mexicanas impactó a muchos.
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En 2011, jefa de la DEA escribió una carta en respuesta a una investigación que llevó a cabo el comité de supervisión federal donde restó mucha importancia a la conexión entre la agencia y Rápido y furioso. En ésta declaró que era más que nada una misión de la Agencia de Alcohol, Tacaco, Armas de fuego y Explosivos (ATF, por sus siglas en inglés) que asistió la oficina Phoenix de la DEA. El testimonio del Vicentillo cuenta una historia completamente diferente.
Dunagan estuvo en México dos años para trabajar en las misiones de la DEA. Él no vio conexión obvia entre Rápido y furioso y las fuertes medidas de la DEA contra de la mota en EU, pero sí mencionó que tratar con informantes es un “asunto muy caótico”.
“Técnicamente un agente de la DEA podría entrar en cualquier dispensario de mariguana en Colorado, tomar el dinero y arrestar a todos. A veces existe la tentación de darle más importancia a cierto cártel o a cierto informante”, dijo Dunagan, “y los cárteles lo saben. Explotan la relación para proporcionar información sobre sus rivales. Crea estos incentivos perversos, investigas lo que te dicen tus informantes, no lo que están haciendo”.