Del juicio en San Antonio, Texas, contra un empresario mexicano –quien trabajó para Tomás Yarrington cuando éste gobernó Tamaulipas– han surgido más evidencias contra el exmandatario estatal priista: su campaña fue financiada por el Cártel del Golfo; presuntamente pactó con las organizaciones del narcotráfico a cambio de porcentajes de las ganancias de sus cargamentos, e incluso se afirma que tuvo que ver con el asesinato del candidato Rodolfo Torre Cantú. Ya sólo falta la localización y captura del exgobernador.
EL PASO, TEXAS.- Autoridades de Estados Unidos ya preparan testigos y acusaciones para el juicio por narcotráfico, lavado de dinero y fraude bancario que se le seguirá en esta entidad al prófugo exgobernador de Tamaulipas Tomás Yarrington Ruvalcaba.
Fuentes cercanas a la Corte Federal de Texas consultadas por Proceso sostienen lo anterior y refieren que después de las demandas mercantiles, por medio de las cuales las autoridades estadunidenses requisaron las cuentas bancarias y las propiedades en Texas del exmandatario tamaulipeco, se presentaron a un Gran Jurado los cargos penales con los que se pretende llevarlo a prisión.
Los documentos en poder de esa instancia destacan que el priista se implicó directamente con el narcotráfico desde 2007, cuando “acordó con los representantes del Cártel del Golfo (CDG) y de los Beltrán Leyva organizar el acceso sin trabas para grandes cargas de cocaína hacia el puerto de Veracruz, México, a cambio de un porcentaje de cada carga”. Además, agregan, la campaña electoral de Yarrington para el gobierno de Tamaulipas fue financiada por el Cártel del Golfo.
Los cargos por narcotráfico contra el político priista fueron presentados en la Corte Federal de Brownsville, donde también se acusó al empresario Fernando Alejandro Cano Martínez por lavar dinero para quien fuera gobernador de dicha entidad.
Según las fuentes cercanas al caso entrevistadas por este semanario en El Paso, uno de los testigos principales contra Yarrington será otro empresario, Antonio Peña Argüelles, quien fue condenado en marzo pasado a 30 meses de cárcel por lavado de dinero.
La condena que le dictó a este último el juez de la Corte Federal del Oeste de Texas, con sede en San Antonio, incluye el pago de 5.5 millones de dólares. De acuerdo con las mismas fuentes, Peña Argüelles ya dio suficiente información para comprobar los nexos del exgobernador con los cárteles de la droga, pues el empresario fue el principal enlace entre el Cártel del Golfo y Los Zetas con Yarrington prácticamente desde los primeros años de su gobierno.
“Antonio Peña Argüelles comenzó a trabajar con Tomás Yarrington desde aproximadamente el año 2000 o 2001, lavando el dinero proveniente de la droga que recibía Yarrington del Cártel del Golfo”, indican los documentos del juicio contra el empresario y destacan que éste manejaba otros activos de Yarrington en Estados Unidos y México.
“Estaba estrechamente asociado con altos miembros del Cártel del Golfo: Guadalupe Eugenio Rivera Mata, alias El Gordo Mata, y Juan José Muñiz Salinas, alias Bimbo”, afirman.
Rivera Mata y Muñiz Salinas eran los encargados de entregar a policías, alcaldes y al gobernador de Tamaulipas los sobornos que pagaba Osiel Cárdenas Guillén, quien desde 2000 tomó el control del Cártel del Golfo y había comenzado su expansión por el noreste de México.
Los sobornos empezaban con 10 mil dólares mensuales para agentes del Ministerio Público Federal, a fin de que avisaran de los operativos contra el cártel; 500 mil dólares al mes para el alcalde de Nuevo Laredo, entre otros funcionarios, y alrededor de 1 millón de dólares mensuales para el gobernador.
El documento de la Corte expone que Peña Argüelles utilizaba el Falcon Bank y el International Bank of Commerce de Texas; HSBC y Banamex en Nuevo Laredo y el Commerce Bank en California, donde se lavaban alrededor de 10 millones de dólares mensuales.
El dinero de las cuentas en esos bancos se usaba “para sobornar a funcionarios mexicanos del PRI en el estado de Tamaulipas, para instalarlos en posiciones gubernamentales y que beneficiaran las actividades criminales de los cárteles”.
Los documentos del Gran Jurado indican que incluso la campaña electoral de Yarrington fue pagada por el Cártel del Golfo:
“A partir de aproximadamente 1998, Tomás Yarrington Ruvalcaba, que entonces era candidato para el cargo de gobernador del estado de Tamaulipas y que era asistido por miembros corruptos de la policía del estado, recibió sobornos de las grandes organizaciones de la droga que operaban en Tamaulipas, incluyendo el Cártel del Golfo.
“Estos sobornos eran recogidos por miembros de la Policía del estado y entregados para que los administraran Jesús Vega Sánchez y Tomás Yarrington Ruvalcaba. Los montos fueron variados, pero en total sumaron varios millones de dólares”, señalan los documentos que se utilizaron en la Corte del Distrito de Brownsville para acusar al empresario Fernando Cano por lavar dinero para el exgobernador.
Gracias a esos pagos Yarrington adquirió en 1998 el lujoso departamento 1401 del complejo Bridgepoint Oceanfront Condominiums, en el número 334 de Padre Boulevard, en Isla del Padre, por el cual pagó 450 mil dólares y ya fue requisado por las autoridades estadunidenses.
Los documentos precisan que los pagos a Yarrington “continuaron durante su mandato de seis años como gobernador e incluso después”.
“Para finales de 2007 y hasta 2009, Tomás Yarrington Ruvalcaba se involucró más directamente con el tráfico de múltiples toneladas de cocaína. Tomás Yarrington Ruvalcaba acordó con los representantes del Cártel del Golfo y de los Beltrán Leyva organizar el acceso sin trabas para grandes cargas de cocaína hacia el puerto de Veracruz, México, a cambio de un porcentaje de cada carga”, agregan las acusaciones contra el exgobernador presentadas en la Corte de Brownsville.
Durante el proceso contra Peña Argüelles también se supo que el exgobernador se reunía con los principales líderes de Los Zetas. El primero era propietario de un rancho “de aproximadamente 15 millas cuadradas, entre el marcador 30 y 22 en la frontera de Nuevo Laredo”, y recibía una cantidad mensual de Los Zetas como renta por utilizar ese predio “que permitía evadir un retén militar” en el trasiego de drogas a Estados Unidos.
En esa propiedad Yarrington se reunió al menos dos veces con Miguel Treviño Morales, Z-40, y Heriberto Lazcano, líder de Los Zetas, según testigos que declararon durante el juicio contra Peña Argüelles en San Antonio.
Amenazado
Peña Argüelles fue arrestado luego de haber sido delatado por uno de sus empleados, quien decidió hablar con la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) a fin de salvar la vida de su patrón.
Identificado sólo como “CS-3”, ese empleado se acercó a la DEA para dar información que resultó en el arresto de Peña Argüelles, para quien pidió protección, pues dijo que Los Zetas querían matarlo.
El empresario no tenía opción: iba a la cárcel o seguía el destino de su hermano mayor, Alfonso, cuyo cadáver apareció en noviembre de 2011 en el monumento a Cristóbal Colón de Nuevo Laredo con un narcomensaje en el cual lo acusaban de haber robado 5.5 millones de dólares y de “no cumplir con sus obligaciones”.
Y en efecto, la mañana del 29 de noviembre de 2011 Antonio Peña Argüelles recibió en su celular un mensaje de texto –que se mostró durante el juicio en San Antonio– del Z-40:
“Mire Sr. Toño, no le estamos pidiendo por un secuestro, es por el dinero que usted pidió, que era para políticos, y fueron puras mentiras. Así que es mejor que pague lo que debe. Sabemos cómo está la situación. Muy bien, no pague, como sea a ver dónde se esconde porque usted bien sabe que no va a tener dónde esconderse, ni usted, ni Ponchito ni Tony. Todos están metidos, así que quédese el dinero y en su próxima vida sepa bien a quién le roba. Además, su hermano anda diciendo aquí que usted y Tomas Yarrington, junto con Costilla mataron al candidato a la gubernatura, Rodolfo Torre Cantú, porque estaba afectando al negocio de la construcción y estaba protegido. De todas maneras, lo mataron por nada, su hermano se quedó y usted no logró nada. Y recuerde que mientras la persona esté viva en cualquier momento lo van a matar. No habrá un lugar seguro para usted Sr. Toño, así que buena suerte. No sea pendejo y ponga atención a quién le anda robando de y sobre el candidato, fue por los negocios que usted tiene con Costilla, Tomas y Osiel Cárdenas. Su hermano también me dijo de los prestanombres que tiene con las propiedades suyas y de Osiel y sabemos que están en Laredo, Texas y San Antonio.”
Fuentes confidenciales citadas durante el juicio contra el empresario contaron a la DEA que Alfonso Argüelles “fue asesinado por Los Zetas por el robo de dinero –procedente del tráfico de droga– que se le dio a Peña Argüelles a nombre de Miguel Treviño Morales, a cambio de influencia política con el nuevo gobierno de Tamaulipas a través del gobernador Tomás Yarrington”.
Soñar con Los Pinos
Pese a sus relaciones con los cárteles, Yarrington soñó con llegar a la Presidencia, como anunció poco antes de terminar su mandato estatal.
Sus aspiraciones presidenciales fueron respaldadas por Enrique Martínez y Martínez, entonces gobernador de Coahuila y hoy secretario de Agricultura; por el entonces gobernador de Nuevo León, Natividad González Parás, y por el entonces senador priista Enrique Jackson.
Desde mayo de 2013 el FBI busca a Yarrington para procesarlo. De ser arrestado, juzgado y hallado culpable, podría recibir sentencias hasta de 20 años por lavado de dinero, 30 años por fraude bancario y 10 por tráfico de drogas.