SAN JOSÉ.— Con una serie de instrucciones técnicas, como que “el peso de la carga ya está calibrado”, un paquete de planos descubierto por la Policía de Honduras en una casa de la norteña ciudad de San Pedro Sula demostró que el cártel de Sinaloa, liderado por Joaquín 'El Chapo Guzmán', pretendía construir un submarino para el contrabando de drogas.
En una profundidad de 30 metros, la embarcación puede ser arrastrada por un buque pesquero, aclaran las indicaciones de los planos. En este panorama, las dudas crecen en Honduras acerca de si el cártel finalmente logró construir el submarino o si su objetivo de desarrollar la idea y fabricarlo para intensificar el tráfico de drogas vía marítima, se quedó en el papel.
De acuerdo con expertos, los semisumergibles “torpedo” son de bajo perfil, pero más baratos que los submarinos de mayor tamaño y tripulación. Son remolcados debajo de un barco [disfrazado como de pesca, de embarcaciones comerciales o de ocio] a una profundidad de unos 30 metros. El torpedo se libera si se acercan las autoridades, y se descarga la droga después de un periodo de tiempo para permitir la recuperación de un barco de respaldo luego de que las autoridades han abandonado la zona.
Los más decomisados
Son precisamente los de este tipo los que mayormente han sido decomisados por autoridades sudamericanas, de Centroamérica y Estados Unidos, de acuerdo con documentos oficiales.
“El plano se encontró dentro de una caja fuerte y esto demuestra que puede haber alguna vinculación con la fabricación de alguna nave de éstas. Expertos nos dicen que en verdad se trata del plano de un submarino y eso está bajo análisis en muchos aspectos ahora y por estrategia no se puede revelar”, dijo el subcomisionado Julián Hernández, vocero de la Policía de Honduras.
“Con estas acciones salen a relucir varios grupos criminales que se mencionan que son de determinados cárteles. La lucha frontal se da indistintamente del cártel que sea, es contra el crimen organizado. Las acciones se están haciendo en contra del crimen organizado, independientemente del cártel que sea, porque hay un solo objetivo: recuperar y mantener la tranquilidad”, añadió.
El hallazgo de los documentos en San Pedro Sula, la ciudad más violenta de Honduras y una de las más sangrientas del mundo, se logró como parte de las investigaciones por una cruenta batalla por el poder entre mexicanos, hondureños y guatemaltecos del cártel de Sinaloa que estalló en marzo pasado. Los enfrentamientos ya dejan un saldo preliminar de 13 muertos—entre ellos dos mexicanos—, con persecuciones callejeras a balazos y en una pugna de dinero y venganza por el control de un botín que se calcula en más de 18 millones de dólares, armas, bienes inmuebles y otras propiedades.
La aparición de los planos del submarino se dio en un escenario confuso por la guerra entre el cártel de Sinaloa, que se desató por el robo de una parte del botín en una nación que en los últimos años se convirtió en base de narcotraficantes mexicanos y colombianos.
Investigaciones preliminares mostraron que las luchas del núcleo de Sinaloa y sus enlaces en San Pedro se agravaron el 12 de marzo pasado, con el asesinato en esa localidad de dos de sus miembros, un venezolano y un hondureño que fungía como su guardaespaldas, y prosiguieron con otra cadena de homicidios en ese mes, así como en abril y mayo pasados.
Un guatemalteco, señalado como segundo al mando de la red que representa al cártel en San Pedro, y un hondureño perecieron a balazos el 29 de abril en otro barrio de esa ciudad.