Quantcast
Channel: Blog del Narco - Historias del Narco - Diario del Narco - Mundo Narco - Proceso
Viewing all articles
Browse latest Browse all 3501

La historia de un "Ex- Comendante de la SEDENA" y publirrelacionista de "El Mayo Zambada"

$
0
0
Era un oficial del ejército considerado buena persona, amable y de trato muy cálido. Ayudaba a sus conocidos quienes pasaban penurias en la sierra de Sinaloa, y a aquellos jóvenes que conoció de cadetes y que después como oficiales del ejército en servicio andaban sin dinero y con apuros familiares. La historia de Hermilo Martínez Vera es la de un militar dado de baja por sus vínculos con el narco, y que tiempo después se convirtió en el “puente” entre los capos de Sinaloa y altos mandos del ejército.

Fue una falla de seguridad que costó el aseguramiento de 5.5 toneladas de cocaína y el comienzo del declive del teniente Hermilo Martínez Vera como operador de Ismael “el Mayo” Zambada. Ocurrió en abril del 2006 cuando las autoridades federales aseguraron un avión DC-9 que venía de Venezuela, con destino a la ciudad de Toluca, y que hizo escala en ciudad del Carmen, Campeche. El piloto de la aeronave logró huir antes de la revisión, no así el copiloto quien fue detenido.

La aeronave llamó la atención de las autoridades mexicanas por lo irregular del vuelo. Se detectó que voló una hora desde territorio venezolano en dirección a México, y poco después regresó al país sudamericano por una supuesta falla. El plan de vuelo se rectificó y se dirigió a ciudad del Carmen. Las sospechas se incrementaron cuando aterrizó, en la terminal aérea funcionarios del aeropuerto impidieron a efectivos del ejército realizar una revisión de rutina. A los militares se les dijo que el avión tenía una fuga de aceite que impedía por cuestiones de seguridad que se acercaran. Perros entrenados alertaron de que en el DC-9 algo había por lo que se realizó la inspección. Encontraron 128 maletas donde venía empacada la droga.

A esa hora el teniente Martínez Vera, un militar que había sido dado de baja del ejército en los años 80 tras una Operación Cóndor en la sierra de Sinaloa, se coordinaba con Sergio Armando Barrera Salcedo, apodado “el Checo”, y operador del Mayo Zambada en la zona sur del país.

En Toluca estaba todo preparado para recibir la droga, desde ahí despacharon a un par de pilotos para que trajeran la nave, cuando Marco Antonio Pérez Gracia y Fernando Poot Pérez llegaron en una avioneta tipo Falcon a ciudad del Carmen, solicitaron los servicios para el DC-9, en ese momento quedaron detenidos. Tiempo después Pérez Gracia se “suicidaría” en el penal de máxima seguridad del Altiplano.

Martínez Vera contaría tiempo después que el avión tuvo una despresurización. Alguien en Venezuela dejó mal cerrada la aeronave y tuvieron que aterrizar de emergencia en ciudad del Carmen. La PGR atribuyó el cargamento a Joaquín “el Chapo” Guzmán, pero poca gente sabía que en realidad era el primer “jale” que Hermilo se aventaba junto con Barrera Salcedo con el visto bueno de su patrón, el Mayo Zambada.

Desde ese momento Hermilo Martínez Vera y Sergio Armando Barrera Salcedo perdieron demasiado dinero. Tuvieron que vender casas, ranchos, joyas y otros bienes para no quedar vinculados con el cargamento. También perdieron la confianza del Mayo Zambada.

Relaciones públicas

Hermilo Martínez Vera ingresó al Colegio Militar en 1974 de donde se graduó como subteniente de infantería en 1978. Nacido en Zacualtipan, Hidalgo, llegó a Sinaloa como teniente a principios de los años 80 como oficial de arma en el 31 batallón de infantería que por entonces estaba en Culiacán. Por ese tiempo conoció a dos hermanos que habían pertenecido al Cuerpo de Defensas Rurales, eran Javier y Manuel Torres Félix. El teniente Martínez Vera fue dado de baja “por meterse con narcos” en aquellos primeros años de la década de los 80 al concluir las labores de la Fuerza de Tarea “Cóndor” en la sierra de Sinaloa. Se le obligó a renunciar al ejército y se fue como teniente, pero a partir de entonces comenzó a decir que era capitán.

Hermilo se hizo compadre de Manuel Torres Félix, quien se hizo célebre como “el M-1” o “el Ondeado”, y quien murió a tiros en diciembre del 2012. Era el encargado de revisar la plantilla de oficiales del ejército que llegaban de cambio a Culiacán, los que iban al mando de las compañías cuando recorrían la sierra en lo que se llamó Fuerza de Tarea Marte, como se rebautizó a la antigua “Cóndor”. Comenzó de “puente” con los mandos medios del ejército, los que conocía, para acercarlos con los jefes del narco que controlaban los plantíos en la sierra.

Cuando en el año 2004 Javier Torres Félix, conocido como “el JT”, fue detenido por el ejército, Hermilo se convirtió en correo de éste con su compadre “el Mayo” Zambada. Asistía con regularidad al reclusorio del DF donde estaba preso hasta antes de que fuera extraditado a los Estados Unidos.

Al paso de los años los antiguos cadetes que coincidieron con él en el Colegio Militar en la segunda mitad de los años 70, y que al iniciar los años 80 eran tenientes, tiempo después llegaron a coroneles y algunos al generalato. Fue durante el sexenio foxista cuando Hermilo tuvo su mejor época. Prácticamente no había un comandante militar que llegara a Sinaloa y que no conociera, decía Hermilo a sus conocidos en la milicia.

Contemporáneos suyos cuentan que por esos años sus “antigüedades”, como se le llama en el ejército a los oficiales que pertenecen a la misma generación del Colegio Militar, tuvieron puestos importantes en el Estado Mayor de la Defensa. Y citan como ejemplo al general brigadier Pedro Escalera Cobián, quien ha desempañado diversos cargos de importancia como el de comandante de la brigada de fusileros paracaidistas; el general Luis Rodríguez Bucio, quien llegó a ser titular del Centro de Inteligencia Antinarcóticos (CIAN) de la Defensa; el general Guillermo Aguilar, conocido como “el Cuajinicuilapa”, y por último el general Roberto Aguilera Olivera, ex titular del CIAN, y personaje clave en la infiltración del narcotráfico en el ejército durante el sexenio foxista.

El contacto de Hermilo con esta gente era lo que le interesaba al Mayo Zambada, dice un militar que conoció a Martínez Vera en el ejército. De esos años data su fama de seductor nato. El “capitán Hermilo” era de buen trato, sumamente atento y siempre dispuesto a ayudar. Oficiales que lo conocieron cuando eran cadetes y éste se desempeñaba de comandante de compañía en el Colegio Militar, decían que cuando se encontraba a alguno de ellos que andaba de servicio con sus tropas en Culiacán o en los alrededores les decía—Qué pasó mi capitán, que pasó mi teniente, ¿cómo los trata el mando? Aquí les va para que le manden a sus jefecitas, —y sacaba un fajo de billetes—toma este apoyo para la fiesta o graduación de la escuela del chavo—decía. Era un tipazo.

Su influencia llegó a tal nivel con sus conocidos en el ejército que los visitaba en sus oficinas de la secretaría de la Defensa Nacional. Asistía a reuniones de su antigüedad y estaba enterado de todos los movimientos y cambios de los mandos de las unidades en las que tenía interés, sobre todo en Sinaloa. Inclusive llegó a opinar quién era el idóneo para asumir el mando. Gracias a sus contactos con mandos del ejército “el Pato”, como apodaban a Hermilo, se hizo importante en la organización y era tomado cuenta como uno de los principales consejeros del Mayo Zambada, a quien le importaba mucho mantener buenas relaciones con los mandos militares.

Martínez Vera contó a sus conocidos en el ejército que una ocasión el nieto del Mayo, hijo pequeño de Vicente Zambada Niebla, se cayó de una moto y lo tuvieron que llevar de emergencia a un sanatorio de la ciudad de México. El abuelo que adoraba al niño viajó con ellos al DF, su llegada fue detectada por inteligencia militar y de inmediato se ordenó un operativo para detenerlo. Alguien dentro del ejército le avisó a Hermilo y cuando los militares llegaron al nosocomio, el Mayo ya no estaba.

Un homónimo con “ciertas coincidencias”

El 9 de agosto del 2012 la secretaría de la Defensa Nacional emitió un comunicado donde anunciaba la detención en Tapachula, Chiapas, de Sergio Armando Barrera Salcedo, alias “el Checo”, presunto operador de una “relevante red internacional de trasiego de cocaína y precursores químicos para el Cartel del Pacífico”.

El boletín señalaba que Barrera Salcedo tenía como tarea recibir los cargamentos de droga que venían de Sudamérica para transportarla en territorio nacional. Su base de operaciones estaba entre Huatulco, Oaxaca y Tapachula, Chiapas, donde fue detenido junto a seis individuos más a quienes se aseguró droga, siete armas largas, dos cortas y radios de comunicación. La Sedena informó que “el Checo” era el encargado de recibir cada mes dos toneladas de cocaína de Sudamérica vía marítima que eran propiedad de su jefe, el Mayo Zambada. En el comunicado la dependencia subrayó que, “con el objeto de que no se genere especulación entre la opinión pública, el nombre del detenido es homónimo de un general perteneciente al ejército mexicano en servicio activo”.

Lo que el boletín no recogió fue que “el Checo” era el encargado también de las plazas de Nayarit, donde es oriundo, y de Puerto Vallarta. Junto a Martínez Vera, Barrera Salcedo viajaba con frecuencia a Centroamérica y a Sudamérica principalmente a Venezuela, donde conseguían la mercancía.

Sergio Armando Barrera Salcedo, el homónimo al que se refirió la secretaría de la Defensa en el comunicado, es un oficial de infantería que se graduó en 1978 del Colegio Militar. Primera coincidencia: es antigüedad de Hermilo Martínez Vera. Segunda coincidencia: nació en Compostela, Nayarit, de donde también es oriundo “el Checo”.

Barrera Salcedo es un militar con cierta trayectoria en el ejército. Ha sido jefe de estado mayor en varias zonas militares del país, como la 27 en Acapulco, Guerrero y fue agregado militar en la Embajada de México en El Salvador. De su hoja de servicios castrenses, de la cual se tiene copia, destaca el curso de mando y estado mayor que realizó durante el año 1998 en la Escuela de las Américas, en Fort Benning, Georgia.

Cuando estuvo en la sección primera del estado mayor de la Defensa, Hermilo decía que en ocasiones lo visitaba. En el año 2008 cuando ascendió al generalato, Martínez Vera contó a sus allegados que le organizaron una fiesta en Nayarit, donde inclusive amenizó la reunión “el Potro” de Sinaloa.

El parentesco entre los homónimos no está claro. Hermilo decía que tenían vínculos familiares, pero no podía explicar por qué se llamaban igual, dice una fuente militar que conoció a ambos.

Días después de que Sergio Armando Barreda Salcedo, “el Checo”, fuera capturado en Chiapas, el ejército detuvo en Culiacán al teniente Hermilo Martínez Vera. La dependencia señaló en un comunicado que “el Pato” se encargaba de cooptar autoridades para obtener información de operativos policiales y militares. Su detención se dio a partir de la información que proporcionó su socio en Chiapas, con quien coordinaba los traslados de droga que venían de Centro y Sudamérica. Lo que el boletín no dijo fue que Hermilo fue dado de baja del ejército por hacerse compadre de los narcos.

Viewing all articles
Browse latest Browse all 3501

Trending Articles



<script src="https://jsc.adskeeper.com/r/s/rssing.com.1596347.js" async> </script>