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El atunero de las 150 toneladas de cocaína

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El colimeño Jaime Antonio Mandujano Eudave fue detenido en el Aeropuerto de Madrid-Barajas el 31 de agosto de 2014, acusado de pertenecer al Cártel de Sinaloa. El aparente empresario, dedicado a la pesca y transporte de atún en Mazatlán, se encontraba en un tranquilo viaje de negocios por Galicia, momento que la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) aprovechó para cursar una orden de busca y captura a la que respondió la Guardia Civil española. Preso en España y pendiente de su extradición, en Estados Unidos le espera una condena de cadena perpetua por gestionar el envío de 150 toneladas de cocaína entre Colombia, México y EU. Autoridades mexicanas no participaron en la investigación.

La última semana de agosto, Jaime Antonio Mandujano Eudave llegó como un ciudadano mexicano más al Aeropuerto Adolfo Suárez de Madrid-Barajas. Con su pasaporte en regla, este colimeño de 52 años, dedicado a la pesca y exportación de atún en Mazatlán, Sinaloa, se dirigió sin problema a Galicia para hacer negocios. Lo que no sabía era que, tan solo un día después de aterrizar en el país ibérico, al equipo de Huidos de la Justicia de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil española, llegó una orden de busca y captura en su contra. La Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) aprovechó su salida de México para solicitar la captura y extradición del atunero por ser “uno de los responsables de una facción del Cártel de Sinaloa que, entre los años 2004 y 2009, gestionó 32 envíos de cocaína por vía marítima desde Colombia a México y EE.UU., ascendiendo la cantidad de droga transportada a 148 mil 500 kilos”, señaló la Guardia Civil en un comunicado.

Debido al “gran temor a que los cárteles mexicanos se asienten y tengan infraestructura aquí en España”, a Mandujano Eudave “lo estuvimos controlando desde que llegó”, señaló el comandante jefe de la Guardia Civil que coordinó la detención y que no quiso revelar su nombre. Lo siguieron a Galicia, una comunidad autónoma con gran actividad pesquera, donde se reunió con algunas empresas del sector. “Lo que no sabemos es lo que ocurrió en esas reuniones, o si fueron todas de carácter legal. Solo lo vigilábamos, pero no nos metimos en escuchar esas reuniones”, explicó el mando policial.

El domingo 31 de agosto de 2014, en esa aparente normalidad, Mandujano y los trabajadores de su empresa que lo acompañaban se disponían a volver a México cuando fue detenido en el mismo Aeropuerto de Madrid-Barajas. “Sin solicitar ninguna asistencia consular”, como confirmó Ramiro Pineda, agregado de prensa de la Embajada de México en España. El detenido compareció al día siguiente ante el Juzgado de Instrucción 5 de la Audiencia Nacional, donde el magistrado Ismael Moreno decretó prisión sin fianza, a la espera de que en los próximos 45 días se formalice la petición de extradición por parte del gobierno de Estados Unidos. Sin embargo, fuentes judiciales señalaron a este medio que “el detenido expresó al juez su negativa a ser extraditado”, algo que implicará una demora en el proceso, pues su extradición depende ahora de la decisión colegiada de tres magistrados de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional.

El transporter del Cártel de Sinaloa

Durante cinco años, de 2004 a 2009, la inocente actividad pesquera de Mandujano era en realidad una simple tapadera del Cártel de Sinaloa para la recepción y el envío de Colombia a Estados Unidos, por vía marítima, de casi 150 toneladas de cocaína en 32 remesas. Por lo menos así lo creen la DEA y un juez del Distrito de Columbia, en Washington, D.C., que buscaban a Mandujano para cumplir “una condena de cadena perpetua por su vinculación a una de las organizaciones más importantes de tráfico de drogas a nivel internacional”, como señaló la Guardia Civil. El papel operativo del presunto narcotraficante no era menor: llegó a tratar hasta con tres cárteles colombianos distintos que les surtían de droga. Gracias a su eficacia logística, el detenido logró transportar en un solo envío hasta seis toneladas de cocaína.

La actividad del atunero colimeño era tan legal en Sinaloa y Baja California, que parece que las autoridades mexicanas nada sospechaban de este individuo, aunque la DEA tampoco les comunicó sus pesquisas. Se fiaran o no de la eficacia policial mexicana contra el narco, lo que está claro es que la agencia estadounidense esperó a que saliera del país para cursar la orden de búsqueda y captura. Los cuerpos y fuerzas de seguridad del Reino de España actuaron con celeridad y prudencia ante lo que podría ser un intento más del Cártel de Sinaloa de establecerse en Europa. Tanto la Embajada de México en España, como la misma Guardia Civil, confirmaron que ninguna entidad mexicana colaboró en la llamada “Operación Mandujano”.

¿Expandir el “negocio” por Galicia?

Galicia, una de las 17 comunidades autónomas de España, es famosa por sus gaitas, su pescado y marisco y, cómo no, por el internacional Camino de Santiago. Situada en un lugar estratégico en el norte de la península, en sus costas y puertos la actividad es frenética. Y es aquí donde, entre 1980 y 2010, los llamados “clanes gallegos de la droga” sembraron de cocaína y hachís la península ibérica y parte de Europa. Según estimaciones que el diario local La Voz de Galicia hacía en 2010, “los clanes de la droga movieron 2 mil toneladas de droga en esos años. Unos 30 mil millones de euros, equivalentes al dinero que la Unión Europea pagó para rescatar a Grecia”.

De esos “años maravillosos” de los clanes gallegos, algunos investigadores señalan que queda poco, debido a las numerosas detenciones y decomisos por los que han pasado. “Ya no tienen los clientes en Europa como ocurría en los años 80 y 90. Si acaso podrían transportar la droga, introducirla, pero no venderla”, explica Carlos Resa, profesor de economía aplicada y consultor de la Oficina de las Naciones Unidas sobre Drogas y Delincuencia. Sin embargo, “podría pasar que, como aquí en España la introducción de la cocaína a gran escala la controlan los colombianos, puede que los mexicanos quieran tener como una alternativa a los gallegos, aunque tengo mis dudas”, señala Resa.

Con dudas o no, resulta paradójico que fuera a esa región concretamente a donde se dirigió Mandujano en su semana de negocios por España. Y aunque se reunió con empresas “limpias”, tan legales como la suya en México, la Guardia Civil no descarta todas las hipótesis. “En Galicia todo pasa por estos clanes, las costas y los puertos los tienen controlados. El clan gallego no se ha extinguido. Sigue entrando droga por Galicia. Hace una semana detuvimos a un velero con una tonelada de cocaína para los gallegos”, explicaba el comandante.

20 toneladas de coca a Europa

Si el 31 de agosto se detenía a Mandujano Eudave en España, cuatro días antes, el 27 de agosto, en el puerto de Trujillo, Perú, la Policía Antidrogas del país andino decomisaba al Cártel de Sinaloa 7.5 toneladas de cocaína de alta pureza camufladas en 90 toneladas de piedras de carbón. Según fuentes relacionadas con esa operación -bautizada como “Operación Carbonero”-, citadas por el diario La República de Perú, esta organización pretendía enviar la droga incautada a España y Bélgica en el transcurso de los siguientes seis meses. En los días posteriores, fuentes de la División de Investigaciones Especiales (DIVINESP) de la Policía peruana señalaron al mismo diario que desde el año 2012 a la fecha, el Cártel de Sinaloa pudo enviar a Europa 20 toneladas de cocaína.

Para la Guardia Civil española, las declaraciones de sus colegas peruanos parecen tener algo de lógica. “Si es a Europa, la droga va a entrar por tres sitios: Rotterdam (Holanda), Amberes (Bélgica) o España. Para introducir contenedores, los narcotraficantes utilizan esos dos puertos enormes y los puertos españoles, por ser el primer punto de contacto en Europa”, señaló el comandante entrevistado. Ante este nuevo frente, queda la pregunta de Carlos Resa. “¿A quién conocen los mexicanos? Puede que tengan ya alguien y que igual no lo sepamos. Pero de momento, todos los distribuidores de droga se la compran a algún colombiano…”.

Comparadas con las 150 toneladas de cocaína, las 150 toneladas de marihuana y las 30 de efedrina que transportó o ayudó a transportar Mandujano, esas 20 toneladas de cocaína llegadas a Europa son una cantidad pequeña. Que crezca o no esa cifra dependerá en gran medida de la eficacia de la Policía española, que está decidida a que no suceda. “No queremos que las células mexicanas se asienten en España. Conociendo la peligrosidad y la violencia con la que actúan los cárteles mexicanos, queremos evitar que tengan la infraestructura y puedan lograr el poder que tienen en México. Sobre todo por el miedo y la violencia que ejercen en la sociedad”, concluyó el comandante.

Mandujano una vida normal

Jaime Antonio Mandujano Eudave trabajaba como un empresario más de la costa del Pacífico mexicano dedicado a la pesca y transporte de atún con su empresa Atuneros Unidos de California, S.A. de C.V. desde al menos el año 2003. Con sede en tres domicilios distintos -Colonia Tellerías de Mazatlán, Sinaloa; y en el Bulevar Las Dunas y el Recinto portuario de Ensenada, Baja California-, esta empresa cuenta con tres buques pesqueros llamados “Adriana M.”, “Madeira” y “María Antonieta”, los dos últimos equipados con helipuertos de uso particular. Dichas embarcaciones de bandera mexicana están registradas ante la Comisión Interamericana del Atún Tropical, y avaladas con todas las licencias sanitarias de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS). “Al seleccionar empresas de pesca es importante tener en cuenta su experiencia y profesionalización. Atuneros Unidos de California es la empresa que usted estaba buscando”, se anunciaba en páginas web del sector. Una empresa legal que en 2012 incluso patrocinaba a un equipo de la Liga de Beisbol Universitaria Dominical de Tercera Fuerza de Mazatlán utilizando el mismo nombre de Atuneros Unidos de California, aunque en la actualidad el equipo se llama Minera Cosalá. “Como el propio Jaime Antonio confirmó, todo lo que estaba haciendo eran negocios legales con su empresa de importación y exportación de atún, buscando maneras de introducir su carga legal en España y hacer negocios”, explicaba en Madrid el comandante que coordinó la operación para detener a Mandujano. 


Cabe destacar que esta empresa atunera puede que no sea la única en este entramado pesquero. A lo largo de esta investigación, se comprobó que existen otras firmas ligadas a los apellidos Mandujano Eudave, como Comextun, S.A. de C.V. o Pesca y Comercializadora del Pacífico, S.A. de C.V., propiedad de Humberto René Mandujano Eudave, y que en los registros comparten los mismos domicilios en Mazatlán y Ensenada.

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