Uno de los dos asesinados la noche del miércoles en Culiacán, en el cruce de las avenidas Álvaro Obregón y Universitario, fue incluido en la lista de los más buscados por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos en enero de 2012, por sus presuntos nexos con Joaquín Guzmán Loera, el Chapo, líder del cártel de Sinaloa.
Alfredo Álvarez Zepeda, de 36 años, fue muerto a tiros junto con Jesús Jafyd Macías Ribola, quien nació en el estado de Chihuahua. Álvarez Zepeda no solo no andaba prófugo ni escondido: tenía su domicilio en la colonia Lombardo Toledano, en el sector norte de Culiacán.
Igual que otros que han sido mencionados por la Agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés), entre ellos Manuel Torres Félix, elOndeado —asesinado en octubre de 2012—, cuyas operaciones para esta organización criminal eran sabidas, igual que sus actos sanguinarios contra los enemigos del cártel.
En la lista también están Gonzalo Inzunza Inzunza, mejor conocido como elMachoprieto y Dámaso López Núñez, el Licenciado, quien tenía su área de influencia en el valle de San Lorenzo, específicamente en Eldorado, pero convertido a la fecha en uno de los más importantes operadores de Guzmán Loera.
Información de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal de Culiacán indica que alrededor de las 20:40 horas del miércoles 10 de julio, fue reportado un ataque a balazos en la central de comunicaciones, conocida como C-4. El aviso fue replicado a todas las corporaciones policiacas, cuyos agentes acudieron al lugar.
El ataque fue por el bulevar Universitarios, en el entronque con la avenida Álvaro Obregón, a pocos metros del domicilio de Álvarez Zepeda, quien al parecer salió del automóvil e intentó huir, pero fue alcanzado por las ráfagas de fusil AK-47, conocido como cuerno de chivo. Su acompañante, Macías Ribola, quedó sin vida dentro del vehículo, un Corolla, marca Toyota, color vino, sin placas de circulación.
En el lugar, agentes investigadores de la Policía Ministerial del Estado localizaron 20 casquillos calibre 7.62, para fusil AK-47.
Los más buscados
El 11 de enero de 2012, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos anunció sanciones en contra de dos presuntos familiares de Joaquín Guzmán Loera, elChapo, jefe del cártel de Sinaloa. La Oficina para el Control de Bienes Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) del Departamento del Tesoro, anunció la designación como Frentes Extranjeros del Tráfico de Drogas, a Óscar Álvarez Zepeda y Joel Valdez Benítez, de Culiacán, Sinaloa, y al colombiano Carlos Mario Torres Hoyos.
“Esta designación es la cuarta ocasión que toma la OFAC en el último año para combatir y exponer a las estructuras de apoyo de la organización que encabeza el Chapo, el narcotraficante más poderoso del mundo”, señaló Adam Szubin, director de la OFAC, a través de un comunicado.
Las autoridades estadounidenses señalaron además que Óscar Álvarez Zepeda es hermano de Alfredo Álvarez Zepeda, quien es también operador del cártel de Sinaloa y familiar del Chapo.
De acuerdo con esta disposición del Departamento del Tesoro de EU, se prohíbe a todo ciudadano y entidad de ese país tener cualquier relación financiera o comercial con los mencionados, a quienes se les “congelan” cuentas bancarias y confiscan bienes y propiedades que estén bajo la jurisdicción de la Unión Americana, cuyo gobierno preciso que los Álvarez Zepeda, Valdez Benítez y Torres Hoyos, suministraban material de apoyo para el trasiego de drogas del cártel de Sinaloa, y para realizar operaciones relacionadas con el narcotraficante colombiano Jorge Milton Cifuentes.
“La OFAC continuará colaborando con cualquier agencia de la aplicación de la ley y con sus contrapartes extranjeros para desarticular y, eventualmente, desmantelar al imperio criminal del Chapo”, sostuvo Szubin.
Nadie los busca
Ovidio Limón Sánchez era otro de los “más buscados”. Vivía en Culiacán, donde tenía una vida empresarial dentro y fuera de los negocios delictivos, hasta que fue aprehendido en esta ciudad capital por elementos del Ejército Mexicano, el 9 de noviembre de 2011. Antes, la Agencia Antidrogas del vecino país lo había ubicado en la lista de los diez narcotraficantes mexicanos más importantes y por lo tanto más buscados, y con fines de extradición.
Limón Sánchez cuenta con una orden de detención provisional en el Gobierno de Estados Unidos, desde el 19 de septiembre de 2007. La Corte Federal de California lo acusó de asociación delictuosa para poseer y distribuir cocaína, y el gobierno de ese país ofrecía una recompensa de 5 millones de dólares por su captura.
En mayo de 2013, el Gobierno de EU ubicó a ocho presuntos narcos como miembros del cártel de Sinaloa, y por lo tanto engrosaron la de por sí abultada “lista negra”: Cenobio Flores Pacheco, también conocido como Luis Fernando Castro Villa; Guillermo Nieblas Nava, también conocido como Adelmo Niebla González; Felipe De Jesús Sosa Canizales, Armando López Aispuro, José Javier Rascón Ramírez, Jesús Alfredo Salazar Ramírez, Ramón Ignacio Páez Soto y Raúl Sabori Cisneros, que ya han sido arrestados por las autoridades mexicanas, señaló el Departamento del Tesoro, a través de un comunicado.
Los ocho hombres son líderes de la organización criminal en un área específica de la frontera de Sonora y Arizona y trabajan directamente para Joaquín Guzmán e Ismael Zambada García, el Mayo, líderes del cártel de Sinaloa, y para Gonzalo Inzunza Inzunza, conocido como el Machoprieto, lugarteniente de la organización criminal, al que la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC) puso marcaje desde el 1 de junio de 2011.
A esta lista ingresó Manuel Torres Félix, el Ondeado, hermano de Javier, el JT, hoy preso en el penal federal del Altiplano en el Estado de México. El Ondeadofue incluido por el Gobierno estadounidense en junio de 2011 y desde entonces andaba “a salto de mata”: ejecutando, viviendo en algunas de sus viviendas repartidas estratégicamente en las comunidades del valle de San Lorenzo, al sur de la ciudad de Culiacán, ejecutando y en general operando para esta organización criminal.
A Manuel Torres Félix, que según la OFAC nació el 28 de febrero de 1958 en Cosalá, nadie lo buscaba, aunque se hizo referencias a operativos “especiales” de la Marina y el Ejército, en esa región de la entidad. Su homicidio, a golpes y con un balazo calibre .22 en el abdomen, no fue resultado de un enfrentamiento, de acuerdo con las investigaciones realizadas, sino de una posible entrega o ajuste de cuentas interno en este cártel.