Las autoridades del Gobierno Federal, a través del Ejército Mexicano, han logrado detener a uno de sus principales objetivos criminales en la comunidad de Lagunillas, municipio de La Unión, Guerrero, ubicado a tan solo 25 kilómetros de Zihuatanejo y colindante con el estado de Michoacán, por el lado de Lázaro Cárdenas.
Se trata de Pablo Magaña Serrato, apodado “El Morsa”, una de las personas más cercanas al principal líder criminal de Los Caballeros Templarios, Servando Gómez Martínez, alias La Tuta.
Y es que un reporte de la hoy extinta Secretaría de Seguridad Pública Federal (SSPF) filtrado en el año 2010, advertía que Pablo Magaña, apodado “El Morsa” tenía una fuerte “influencia” en el gremio de transportistas de Michoacán, con quien organizaba una serie de manifestaciones y bloqueos contra la Policía Federal y el Ejercito Mexicano para que abandonaran sus tareas de seguridad encomendadas por la fallida estrategia del entonces presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa.
La Morsa se posicionó dentro del grupo como operador de trasiego de drogas, contrabando, secuestros, extorsión, homicidio, asaltos bancarios, bloqueo de carreteras, ataques a policías federales, y robo de vehículos.
Su principal centro de operaciones era la ciudad de Zitácuaro, donde fue también jefe de plaza hasta 2010; salió un tiempo de esa región del oriente michoacano tras la conformación y/o cambio de nombre de Familia Michoacana a Caballeros Templarios y luego regresó a retomar el control.
En ese tiempo, el informe de la SSP Federal lo consideraba como un “Enemigo Público” y refería que el ascenso de este sujeto dentro del grupo criminal, comenzó con la captura de José Hilario López, Don Gato, el 12 de abril del 2010, en el Distrito Federal.
Según la SSP Federal, este sujeto ordenó un primer ataque al destacamento de la Policía Federal en Zitácuaro, en junio del 2009; el 16 de noviembre de ese mismo año ordenó el asesinato de seis agentes federales y un civil.
Además, se le acusa de planear y participar directamente en la emboscada contra agentes federales, perpetrada sobre el kilómetro 174 de la carretera Morelia-Toluca; así como en la emboscada donde murieron 12 elementos de la policía federal, y 17 más resultaron heridos, el 14 de junio del 2010, en Zitácuaro.
“El Morsa”, también dirigió y participó en los enfrentamientos del 8 y 9 de diciembre del 2010 en Michoacán, donde bloquearon carreteras, incendiaron vehículos, gasolineras y saquearon cajeros automáticos.
La identificación de este sujeto como líder de los Caballeros Templarios, inició el 6 de abril pasado con la captura de Victoria Montes de Oca, La China, operadora financiera de Los Caballeros Templarios y colaboradora cercana de La Morsa.
Casi a mediados del año 2011, tras emprender una batalla campal y una franca confrontación contra la delincuencia en Michoacán, las instituciones federales, a través de Patricia Bugarinni Gutiérrez, otrora titular de la extinta Subprocuraduría de Investigación En Delincuencia Organizada (Siedo), anunciaron la captura de Magaña Serrato; sin embargo, horas después se retractó y desmintió su propia versión. La Morsa no había sido detenido, reculó.
Días después, autoridades de la Secretaría de Seguridad Pública Federal (SSP), difundieron la fotografía en la que daban a conocer la estructura principal del nuevo cartel, michoacano Los Caballeros Templarios, en donde Pablo Magaña Serrato, La Morsa, era identificado como uno de los cabecillas.
En la publicación, la SSP señalaba a dos principales líderes del grupo criminal: Nazario Moreno González “El Chayo” a quién ya habían dado por muerto, resultado del accionar de la Policía Federal, lo que resultó falso, ya que apenas el 9 de marzo, fue abatido por personal militar y de la Marina en el municipio de Tumbiscatío, mientras festejaba su cumpleaños 44.
Al lado del también conocido como “El más Loco”, en el más alto peldaño, aparecía José de Jesús Méndez López “El Chango” (detenido el 20 de junio del 2011) y, tan solo un escalón debajo de esta jerarquía, se ubicaba Enrique Plancarte Solís “El Kike” (abatido el 31 de marzo del 2014), Dionisio Loya Plancarte “El Tío” (capturado el 27 de enero de 2014) y Servando Gómez Martínez, “La Tuta” (prófugo); a un costado, se encontraba la imagen de uno de los hombres considerados ya por las autoridades como de los más violentos dentro de su operatividad criminal, Pablo Magaña Serrato, “El Morsa”, a quien se le atribuía el homicidio hasta ese momento de al menos 18 agentes federales, . Ésta suma incrementó considerablemente con el paso del tiempo.
De ahí a la fecha, El Morsa se convirtió en una de las personas más buscadas por el Gobierno Federal, incluso, se ofrecía una recompensa de tres millones de pesos a quiénes proporcionaran datos fidedignos que llevaran a la captura de ese importante líder criminal, convertido ya en los más altos mandos de la estructura criminal de Los Caballeros Templarios.
A detalle
Uno de los actos más violentos registrados en la entidad, ordenados por Pablo Magaña Serrato, fue el ataque a la altura del municipio de Zitácuaro, sobre la autopista Morelia-Toluca, a un convoy de la Policía Federal, en el que murieron al menos 12 elementos y 17 más resultaban lesionados, que tras el arribo de los cuerpos de auxilio, fueron trasladados a diferentes clínicas de Morelia y de la Ciudad de México.
“Al parecer de los agresores también hubo bajas, pero los cuerpos fueron retirados del lugar por sus compañeros”, citaba una fuente consultada de la corporación policial.
De acuerdo a la información obtenida en el lugar de los hechos, se pudo conocer que al filo de las 08:00 horas, de ese trágico 14 de junio del 2010, el ataque se perpetró cuando circulaban 5 camionetas oficiales con al menos 50 efectivos federales por el Conalep de esa localidad de Zitácuaro, cuando fueron atacados por civiles fuertemente armados.
Tras la agresión al convoy policial, se inició una persecución de delincuentes hacia el Estado de México por la autopista Zitácuaro-Toluca, pero 500 metros delante de la caseta cobro, en el kilómetro 2+280 los sujetos armados les atravesaron en la carretera un camión urbano y un autobús de pasajeros; al primero le prendieron fuego, para dejar a los oficiales en desventaja y segundos después ser emboscados.
Los oficiales fueron atacados con rifles AR-15, AK-47 (Cuerno de Chivo), fusiles de asalto Barret (M10) calibre .50 y granadas de fragmentación, desde los puentes peatonales Diablo I y Diablo II, por lo que 10 efectivos cayeron abatidos por las balas, mientras que muchos otros compañeros resultaron lesionados. Dos más fallecieron mientras eran atendidos por los paramédicos, debido a la gravedad de sus lesiones.
Tras varios minutos de refriega, los oficiales solicitaron apoyo de más fuerza pública, pese a que intentaron repeler el sorpresivo ataque, por lo que más tarde arribaron al lugar decenas de militares y policías federales en camionetas y a bordo de dos helicópteros.
La dependencia federal confirmaba horas después la agresión y las 12 bajas sufridas, a través de un boletín, en el que además señaló que al repeler la agresión varios civiles armados involucrados en el hecho criminal murieron y otros fueron heridos, pero que se desconocía con exactitud cuántos, ya que sus cómplices los retiraron del sitio y se los llevaron en sus propios vehículos.
Igualmente, el parte oficial señalaba que los efectivos luego de haber cumplido con sus tareas en esta entidad, se dirigían de Ciudad Hidalgo al Distrito Federal, cuando fueron agredidos de forma artera.
Se supo además, que al lugar acudieron dos helicópteros de la PF y el Ejército Mexicano, cuyos elementos acordonaron la zona y colocaron retenes, además de tratar de dar con el paradero de los atacantes por aire y tierra, sin que ese día lograran resultados positivos.
Se conoció también, que ninguna autoridad del Estado o el municipio pudo llegar al sitio, ya que los federales les impidieron el paso, motivo por el que no se había llevado a cabo el levantamiento de los cadáveres; aunque horas después en un comunicado se dijo lo contrario.
Finalmente, cerca de las 16:00 horas, representantes de los medios de comunicación, pudieron llegar a los límites de Michoacán y Estado de México, en donde se apreciaban las acciones que llevaban a cabo las fuerzas federales; además de que se pidió a los reporteros no acercarse a determinada zona, en donde los soldados detonaban las granadas que les lanzaron a los policías y que no lograron estallar, pues de haberlo hecho, la desgracia hubiera sido mayor, dijo una de las fuentes consultadas.
Ante estos hechos, por varias horas, la PF realizó un intenso operativo de búsqueda por tierra y aire del grupo agresor, lo que les trajo como resultado, que tres días después, lograran en Morelia la captura de dos presuntos involucrados en los ataques.
Alain Escutia Ruiz, alias “El León” y Emilio Ovet Palacios Andrade, alias “El Mostro”, tras confesar su participación en el hecho delictivo, revelaron que fueron comandados por una persona apodada “El Morsa”, quién había fabricado toda la estrategia para abatir a los policías federales.
En ese sentido, según el comunicado emitido por la Secretaría de Seguridad Pública federal, en el que daban a conocer la detención de éstas dos personas, identificadas en ese entonces como integrantes de “La Familia Michoacana”, las líneas de investigación indicaban que para esta acción criminal, una persona apodada “El Morsa, había reunido a diversos grupos de sicarios que fueron dirigidos por los sujetos identificados como "Don Pete" y "El Morsa", jefes de plaza criminal de Zitácuaro.
Incluso, se documentó la presunta responsabilidad de Pablo Magaña Serrato, luego de que éste par de sujetos detenidos en torno al, revelaran quién habría dirigido esa emboscada perpetrada sobre la carretera Morelia-Toluca.
Resultado de esta investigación trascendió que "El Morsa", relevó al anterior jefe de la plaza de Zitácuaro, identificado como José Luis López Morales o Hilario López Morales, alias "El Gato", quien fuera detenido por la Policía Federal el 14 de abril de ese mismo año.
Además, se tuvo conocimiento que para el ataque contra elementos de la Policía Federal, aproximadamente las 06:00 horas, "La Morsa" reunió a 35 sicarios en la gasolinera denominada "La Cotorra", ubicada a la salida de Zitácuaro, quienes a bordo de 12 camionetas se habían trasladado por la carretera libre Zitácuaro-Toluca, donde entraron a una brecha que conduce a los puentes vehiculares antes mencionados, desde donde se consumó la condenable emboscada.
Su captura
La tarde de este martes, elementos del Ejército Mexicano detuvieron a 12 personas en la comunidad de Lagunillas, perteneciente al municipio de La Unión, Guerrero, quiénes se hacían pasar por grupos de autodefensas de ese poblado colindante con el estado de Michoacán, mientras circulaban en vehículos particulares y fuertemente armados.
Tras ser investigados, los militares lograron obtener los nombres reales de los detenidos, por lo que uno de ellos confesó su identidad y dijo llamarse Pablo Magaña Serrato, apodado La Morsa.
Ante ello, y al consultar su base de datos, los uniformados dieron parte a las autoridades de la Procuraduría General de la República (PGR), donde fueron puestos a disposición, para después ser trasladados a la ciudad de México, donde se definirá su situación jurídica.
“El Morsa”, iba acompañado de al menos 12 escoltas fuertemente armados, que también fueron detenidas también por las fuerzas federales.
Magaña Serrato, encargado de operar para el grupo criminal en la zona oriente de Michoacán, fue considerado por las autoridades federales como una de las personas más cercanas al principal líder templario, Servando Gómez Martínez “La Tuta”, por lo que consideraron de suma importancia su captura.
Se acercan al objetivo
Cabe señalar, que de acuerdo a la información obtenida , se pudo constatar que otro de los principales líderes templarios, Mario Romero Rodríguez “El Tucán” fue detenido el pasado 13 de septiembre por elementos del Ejército Mexicano y puesto a disposición de la Procuraduría General de la República (PGR), sin que esto se haya hecho público por la propia dependencia.
“Lo que te quiero decir, es que con estas importantes capturas, el Gobierno Federal avanza y le sigue los pasos muy de cerca a otro de los principales objetivos, La Tuta. Pronto seguramente habrá noticias en ese sentido”
